Esa acción constitucional está a cargo de la actual administración de la Corte, yo pedí que al menos cuatro magistrados se separen de conocer mi caso por tener enemistad directa, especialmente con la señora Gloria Porras, a quien destituí cuando fui fiscal General, del cargo de secretaria general del Ministerio Público.
Este es un derecho que les asiste a ellos, la ley de Amparo no permite que se recuse a ningún magistrado; sin embargo, es meritorio mencionarlo porque dependerá de la influencia o el vínculo que puedan tener en los otros magistrados para que el expediente sea resuelto rápidamente como debería ser.
¿En qué tiempo espera que se resuelva su caso?
La CC ha tenido, en casos similares, una serie de plazos diferentes, desde dos meses y medio hasta seis meses. En este caso está por otorgarse la segunda audiencia de amparo y como es en única instancia, inmediatamente viene el señalamiento de la vista, que pediré que sea pública, y después de eso tendrán, según la ley, de ocho a 10 días para dictar sentencia. A finales de septiembre, si los magistrados actúan dentro del marco que la ley establece, debería estar resuelto.
Mi esperanza y expectativa es que se respete la Constitución y la ley de Amparo porque el artículo 156 establece que las elecciones que realice la Corte Suprema de Justicia, el Congreso y el presidente de la República, no admiten ninguna impugnación, y, fundamentalmente, porque el amparo se sustentó en el argumento falaz de que debe hacerse una nueva convocatoria, lo cual no es cierto porque la convocatoria abierta y al público fue en 2016; el cargo de la fiscal General actual es lo que permite que la CSJ entre a decidir nuevamente, pero lo más evidente es que el 4 de julio de este año se eligió a Iván Romero para suplir a la actual fiscal General y esa decisión esta fundación (Mirna Mack) no la impugnó, lo cual no quiere decir que su derecho de petición no esté garantizado, pero lo anómalo es que la CC acepte una petición carente de sustento legal.
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Si a eso le sumamos que, en todo el proceso, que empezó en 2016, estuvo presente la Fundación Mack dentro de lo que ellos llamaron “movimiento pro justicia” y ellos controlaron, supervisaron, fiscalizaron y aportaron a la CSJ los señalamientos que quisieron y en contra mía no hubo un solo señalamiento, ni de ellos ni de nadie.
En 2010, luego de que fue nombrado fiscal General por el entonces presidente (Álvaro) Colom, el director de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Carlos Castresana renunció tras señalarlo de tener nexos con grupos que realizaban adopciones ilegales y nexos con el narcotráfico. De ahí se deriva que la CC ordenara su remoción como fiscal.
¿Cómo responde a ese señalamiento que sale a luz de nuevo por su elección como magistrado de la CC?
La misma historia se ha encargado de evidenciar cuál fue el motivo de esa manipulación de esos hechos. Hay que recordar que el señor Castresana fue destituido del cargo por el secretario general de Naciones Unidas, ante la denuncia que hizo su esposa de los actos inmorales y de falta a la ética que cometía esta persona en la Comisión. Este señor quería desviar la atención y aprovechó un contubernio con Álvaro Colom y Sandra Torres, quienes manipulando y negociando una reelección de varios magistrados de la Corte y la designación de Gloria Porras como magistrada del Ejecutivo en la CC, pues lograron ordenar que se repitiera el proceso.
Si somos correctos, y vemos la historia, la Corte lo que decidió fue repetir el proceso de la comisión de Postulación; en ese estado de cosas ya no me interesaba participar; pude hacerlo, pero era evidente que el Ejecutivo se había metido a hacer una negociación anómala, con magistrados que se prestaron a esa resolución y luego vio la designación d Claudia paz y ya sabemos quiénes han sufrido por esa gestión.
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¿Después de esa experiencia, por qué insistir en llegar a servicio público?
Justo porque hay una responsabilidad moral, y he tenido la oportunidad de servir, entonces quiero cumplir ante Dios y mi familia, pero si estas personas no quieren gente correcta no hay problema, yo seguiré presentando mi postulación. Al final ellos están quedando en evidencia. Si en el proceso de postulación no presentan ninguna impugnación en mi contra es porque en ese momento tenían controlado que yo no iba a ser electo. Hoy, dos años después, eligen a un magistrado de sala y no dicen nada, pero me eligen a mí y lo impugnan.
Se le hace daño al sistema, pues bajo este nuevo criterio de la CC, planteado por ella en el amparo, se tiene que anular la elección de cualquier magistrado que haya sido electo de una lista posterior a la elección de los titulares y suplentes de la lista original. Por ejemplo, eso le aplicaría a la magistrada María Eugenia Morales, que fue electa luego de la renuncia de Vladimir Aguilar. El Congreso tomó la lista y la eligió, pero bajo el criterio nuevo de la CC, en el amparo de la señora Mack, ella no debió ser electa.
¿Cómo termina electo por la CSJ como representante en la CC; hubo cabildeo?
Hasta que recibí un mensaje en redes sociales me enteré que estaban eligiendo a un sustituto del licenciado Romero. A mí nadie me contactó, ni me avisó de la elección, hasta que me enteré por redes sociales.
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