Peréz, signatario de los acuerdos en 1996 en representación del Ejército, agregó que la discriminación y las desigualdades en el país no permiten que se alcance un clima de paz, más de una década y media después del fin de conflicto armado que dejó unos 200 mil víctimas, entre muertos y desaparecidos, según un informe de la ONU.
“La paz no se construye de un día para otro, la paz es un camino lleno de problemas (…) que sólo vamos a poder transitar con el compromiso de todos los sectores organizados, poblaciones, autoridades y de los guatemaltecos que estén dispuestos a buscar esa paz”, detalló el presidente del país centroamericano.
Durante la conmemoración organizada por el gobierno fueron reconocidos los signatarios de los acuerdos firmados en 1996, que son dos excomandantes de la insurgencia, así como los miembros de la Comisión de Alto Nivel de gobierno que, en ese entonces, participaron en la suscripción de los acuerdos de paz.
Por su parte, el excomandante guerrillero y signatario de los acuerdos de paz, Ricardo Rosales, mencionó que los problemas nacionales como la pobreza, que originaron el conflicto, permanecen sin resolverse y que no puede existir paz sin el respeto a los recursos naturales y con la criminalización de la protesta social.
En el marco de la conmemoración de los 16 años del final de la guerra civil se realizó una ceremonia maya en el sitio arqueológico Kaminal Juyú, en el oeste de Ciudad de Guatemala, así como oficios religiosos y presentaciones artísticas, entre otras actividades.
La URNG, integrada por cuatro facciones guerrilleras de izquierda, firmó la paz el 29 de diciembre de 1996 y así se puso fin a la guerra, el 93 por ciento de las víctimas son responsabilidad de las fuerzas del Estado, según apunta un informe de la ONU.
En la actualidad, casi el 50 por ciento de los niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica en Guatemala y la pobreza afecta al 53 por ciento de los 14.3 millones de habitantes del país.
Además, Guatemala está agobiada por las actividades del crimen organizado y el narcotráfico, cuya violencia deja más de 6 mil muertos anualmente. Esa cifra supera el promedio de 5 mil 500 víctimas que se registraron de media en cada año de guerra.