Entre las medidas sustitutivas que el juez le otorgó están: que puede desplazarse en el departamento de Guatemala, prohibido acercarse a la municipalidad capitalina y prohibido tener comunicación con coimputados.
También cada mes debe presentarse a control biométrico al Ministerio Público (MP) y tiene prohibido salir del país
En la audiencia, la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (Feci) reprodujo la declaración que brindó en 2017 Alejandra Ochoa, quien fue conviviente de Byron Lima y quien reveló cómo se fraguó el caso de corrupción.
PARA LEER MÁS
Además, se expusieron revelaciones que salpican a funcionarios y exfuncionarios de la Municipalidad de Guatemala.
Ochoa en la declaración de 2017 en anticipo de prueba le explicó a la Feci que Byron Lima pidió a Arzú plazas para ella y su madre, la petición fue atendida.
“La plaza la muni me la anuló en 2013 cuando se me vinculó al Caja de Pandora”, explicó.
En la declaración añadió que Lima tenía una maquila en Pavoncito y esta se llamaba Torre Fuerte y que uno de los clientes al principio fue el Partido Patriota, pero entre el 2013 y 2014, uno de los clientes más fuertes fue la municipalidad de Guatemala.
Recordó que en ese tiempo el enlace era una persona que se llama Soraida y la conoció porque Lima la mandó a dejar 10 mil pachones con el logo de la municipalidad y el producto lo encargó en una bodega de Villa Nueva.
Dijo que Soraida era el enlace para el entonces alcalde. “Arzú el alcalde era el que le daba el trabajo a Byron”, señaló.
Contacto con coronel en la comuna
Ochoa conoció a Lima en el 2007, cuando le indicó que estaba cansado que los abogados le robaran, luego le dijo que fuera a la municipalidad y que contactara a un coronel que se llama Reyes Palencia.
La indicación era ir al sótano de la comuna a donde llevó una carta que era para el alcalde Arzú. “pero Byron no le decía Arzú, le decía oro”, dijo.
Ochoa recuerda que Lima mandó muchas cartas a Arzú y decían “señor oro” y le recordaba su lealtad hacia él-Arzú-.
Una de las cartas indicaba que recordaba el caso del “lechero” y que había sido seguridad de la esposa, luego iba una serie de peticiones, entre estas, pedía boletos para Ochoa, para una persona llamada Luis Alberto y para un testigo del Caso Gerardi. Los boletos eran para Costa Rica y Washington.
Plazas fantasma
Ochoa recordó que no trabajó en la comuna, pero recordó que por el 2007, Lima le dijo que se hiciera su currículum porque en una de las cartas él solicitó que le den unas plazas.
Agregó que hizo su currículum y el de su madre y los fue a dejar a Emetra, donde los atendió Howard Yang.
Les daban cheques en Emetra
Yang le afirmó en esa ocasión que ya estaba todo listo y las asistentes les indicaron que fueran a firmar un contrato, aunque los primeros cinco días del mes iban a traer cheques a Emetra.
Cada cheque superaba un poco los Q2 mil y aumentaba los Q100 cada año.
En el 2013, cuando a Lima lo capturaron en la calle, a Ochoa le quitaron la plaza en la comuna y en el 2014 le quitaron la plaza a su madre, cuando Ochoa fue capturada.
Indicó que cuando salió libre buscó a Reyes Palencia, quien no estaba en la comuna, era alcalde auxiliar de la zona 5. Lima la mandó a hablar con él para que los ayudara y Ocho expresó su preocupación porque en las investigaciones podría haber algo de las plazas fantasma.
Reyes le dijo que no se preocupara y que cuando le preguntaran dijera que trabajaba tres veces por semana revisando semáforos y que por eso ella y su mamá no estaban en la comuna.
Luego a Ochoa le depositaban en una cuenta bancaria y su mamá siempre iba por el cheque.
Señaló que cuando se le solicitaba dinero a Arzú, siempre el enlace fue Reyes Palencia, pero cuando este estuvo enfermo, la mandaron con Héctor Cifuentes.
Más de Q100 mil en un caja
“La primera vez que yo recibí bastante dinero fue porque me lo bajaron en una caja de regalo y eran Q100 mil, pero no me iba a llevar eso en el carro, entonces me dice Reyes, llama a un amigo de Byron que también trabaja en la municipalidad”, recordó.
Afirmó que la acompañaron a una banco cercano para que depositara el efectivo.
También recordó a una persona de avanzada edad que Reyes Palencia le decía doña Estelita, quien llegaba en un carro gris y era “respetada”.
La referida persona mandó un cheque de unos Q10 mil, pero este no tenía fondos, por lo que regresó a la comuna para decirle al coronel.
Este le indicó: “Cómo va a pensar Alejandra, si ella es la que le maneja el dinero al alcalde”.
Luego llamó a Estelita y como a los cinco minutos el depósito estaba hecho. También mencionó de dos o tres depósitos más de Q50 mil de parte de la referida señora.