Con el pasar de los días, las autoridades fueron atando cabos sueltos y empezaron a dar con la identidad de las víctimas. Determinaron en los siete crímenes hay un patrón en común. Todas las mujeres, dos de ellas menores de edad, tenían reportes de desaparición en zonas distintas de la capital.
Los cuerpos estaban enterrados en uno de los ambientes de una vivienda de la Manzana “F” lote 4 de Lomas de Santa Faz, donde socorristas trabajaron durante 12 horas con piochas y palas para remover la tierra y localizar los cadáveres.
Fue hasta el 5 de enero pasado cuando los dos primeros cuerpos fueron identificados.
EN ESTE MOMENTO
Se trata de las hermanas Lorena Nohemí Ramírez Mayorga, de 27 años; y Joselin Maeli Punay Mayorga, 15, quienes tenían alertas por su desaparición desde el 23 de junio de 2022.
Ambas, según fuentes cercanas a la investigación, desaparecieron cuando salieron de su casa en la zona 18 para ir a una tienda.
El 6 de enero pasado fueron identificadas otras dos de las siete víctimas.
Se trata de Carol Mishel Díaz Ordóñez, 17, cuya causa de muerte fue asfixia por estrangulación; y María de Los Ángeles Cubulé Ortiz, 20, quien murió por la misma causa.
Ambas mujeres tenían activas alertas de búsqueda; Díaz Ordoñez tenía una Alba Keneth mientras que Cubulé Ortiz una Isabel Claudina.
La menor desapareció el 25 de abril de 2022 en la colonia Camposeco, zona 16, mientras que la segunda víctima, desapareció el 4 de mayo de ese año en la colonia El Rosario, zona 18 de la capital.
La etapa de identificación de los cuerpos concluyó este martes 24 de enero cuando se reveló la identidad de las tres víctimas restantes.
Se trata de Lidia Susana Castro López, 18, quien desapareció el 10 de abril de 2022 en la colonia Covías, zona 5; Estefani Edith Castañeda,15, quien desapareció el 10 de junio del año pasado en la colonia Belén, zona 7 de Mixco; y Ángela Viviana Noj Cándido, 34, quien desapareció el 28 de junio de 2022 en Belencito, zona 7 de Mixco.
En este caso, las autoridades han dicho que los crímenes podrían estar ligados a las pandillas, pues en principio se dijo que la casa donde estaban enterrados los cadáveres era propiedad de un jefe pandillero que se encuentra en prisión.