Emblemático caso
El principal sospechoso, su esposo Roberto Barreda, está capturado desde noviembre de 2013, cuando fue localizado con una identidad falsa en México.
El caso se ha convertido en el símbolo de los extremos a los que llega la violencia intrafamiliar y también ha desnudado las vulnerabilidades del sistema de justicia, debido al tráfico de influencias.
A la fecha se han realizado más de cien diligencias, infructuosas, en busca del cuerpo de Cristina. Sin embargo, El Ministerio Público (MP) afirma que no se detendrá hasta localizar los restos.
Las pesquisas siguen incluyendo la misma escena del crimen, que es la casa que habitó la familia Barreda Siekavizza. Se busca cualquier tipo de pista, pese a que desde el inicio hubo una limpieza de evidencias.
La investigación sigue en pie con la hipótesis de que la víctima estaría sepultada, confirma el MP.
La última vez que Cristina Siekavizza fue vista con vida, fue la noche del 6 de julio de 2011 cuando Cristina dio el último beso a sus hijos, Roberto José y María Mercedes.
Desde el 24 de julio de ese año, cuando se hizo la primera marcha, hasta la fecha, la familia Siekavizza Molina ha llevado a cabo incansables esfuerzos por conocer el paradero de Cristina, lo que más desean es brindarle cristiana sepultura y que se haga justicia.
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