Juan Carlos Toj, representante de la comunidad indígena aliadas de Chichicastenango, Quiché, que este domingo 19 de noviembre acudió al plantón frente al MP, lamentó el actuar de la Fiscalía la última semana, en la que se incluye la solicitud de seis antejuicios contra diputados, incluido el binomio presidencial electo, y la persecución que ha realizado con la incautación de las actas electorales al Tribunal Supremo Electoral (TSE), por lo que, asegura, continuarán luchando por el respeto a la democracia.
Al preguntarle sobre las futuras acciones como representantes indígenas por lo actuado recientemente por el MP, afirmó que “nosotros siempre estaremos en la lucha, no nos vamos a detener hasta el 14 de enero”.
Reiteró que debe respetar la decisión de cada guatemalteco -el voto- sea de la universidad, indígena, sea capitalino o de la Costa, del Occidente o del Norte, “todos somos guatemalteco y por eso estamos peleando”.
Advirtió que próximamente se estarán tomando nuevas acciones en manifestación de rechazo a las investigaciones del MP en contra del resultado electoral y los funcionarios que obtuvieron los cargos, sin embargo, el dirigente indígena no quiso adelantar alguna posición sobre las manifestaciones para presionar la salida de funcionarios del MP y del Organismo Judicial.
Públicamente han pedido la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci), Rafael Curruchiche y el juez Séptimo de Instancia Penal, Fredy Orellana.
“No me puedo adelantar a algo, porque somos varios en los 22 departamentos; por lo tanto, el tiempo lo dirá. Nosotros aquí estamos y aquí estaremos por nuestra democracia y que se respete nuestra democracia, y si van a haber manifestaciones, aquí estamos y no nos hemos detenido”, sentenció.
Toj insistió en la salida de los funcionarios judiciales, y que “dejen en paz al nuevo presidente”, Bernardo Arévalo para tomar posesión, solo entonces levantarán la protesta pacífica frente al edificio del MP.
El líder indígena aseveró que están organizados a escala nacional para el llamado a una manifestación general, tal como ocurrió en octubre, si las peticiones no son escuchadas.