Guatemala

Asesinato de Julio Ariz “el Loco” Leiva pudo ser pasional, dicen investigadores de la PNC

Municipios fronterizos con México tienen incidencia criminal debido a la presencia del narcotráfico, contrabando de mercadería y armas, dice la PNC.

El técnico Julio Ariz fue ultimado el domingo en el parqueo del hotal donde se hospedaba.(Foto Prensa Libre: cortesía)

Luego del crimen del exfutbolista guatemalteco, Julio Ariz “el Loco” Leiva, director técnico del Deportivo San Pedro, los investigadores de la Policía Nacional Civil (PNC), con base en imágenes de cámaras de seguridad y otros indicios recabados, manejan dos hipótesis sobre las causas del crimen.

Las primeras pesquisas revelan que los victimarios "iban por el teléfono de Leiva" para verificar información, como mensajes de texto de él y otra persona. El telefono según los investigadores, se lo llevaron los victimarios.

"Puede ser que el crimen sea una represalia por cuestiones sentimentales, y que alguien, no precisamente del lugar, ordenó su muerte", afirmó el investigador.

Otra línea de investigación es para determinar si la víctima se negó al ofrecimiento de alguien para “arreglar” el encuentro deportivo que el Deportivo San Pedro tendría la tarde del domingo en la Democracia, Huehuetenango.

En ambas líneas de investigación los agentes policiales no descartan que quien ordenó el crimen esté involucrado en narcotráfico.

Los hechos

El asesinato de Leiva ocurrió cuando almorzaba con jugadores y técnicos; en ese momento supuestos agentes de seguridad ingresaron al restaurante y le pidieron que saliera para hablar con él, momentos después lo ultimaron en el parqueo del hotel donde se hospedaba.

Los jugadores y entrenadores del equipo dijeron a las autoridades que desconocían el motivo del ataque. Sin embargo, por medidas de seguridad fueron escoltados por agentes de la PNC cuando se retiraron del lugar.

Narcotráfico

El director de la PNC, David Custodio Boteo, refiere que los municipios como la Democracia y La Libertad, Huehuetenango, son peligrosos y con altos índices de criminalidad debido a la presencia de narcotraficantes, por lo que han solicitado el apoyo del ejército, debido a que no tienen suficiente personal policial para resguardar los puntos ciegos en toda la frontera con México.

“En los municipios fronterizos converge una serie de delitos como contrabando de mercadería, contrabando de armas y narcotráfico. Son demasiados los puntos ciegos y es necesario más personal”, afirmó.

En el caso de San Marcos, los municipios de la Blanca y Ayutla son los municipios con más incidencia relacionada al narcotráfico, según Boteo.

“Hay municipios donde se establecen policías de tránsito, no para ver ese tema, sino para su propia protección. Una de las situaciones que más nos preocupa en las regiones fronterizas en este momento es el contrabando de armas de fuego”, lamentó.

En redes sociales han circulado fotografías de supuestos guardaespaldas armados que se movilizan en vehículos tipo picop, principalmente en departamentos fronterizos con México, el jefe policial indicó que aunque muchas de esas armas están registradas en la Dirección General de Control de Armas y Municiones (Digecam), son utilizadas para cometer delitos.

“Los narcos por lo general tienen tres o cuatro armas registradas en el Digecam y se las proporcionan a su seguridad, cuando los detenemos en los operativos vemos que tienen registros, pero a veces son mal utilizadas”, agregó.

“Es el caso de las carabinas calibre 2.23, aunque el Digecam las autoriza, no deberían portarse, porque son utilizadas para intimidar”, afirmó.

Boteo recalcó que a diario la PNC incauta entre 8 y 12 armas de fuego, la mayoría son de dudosa procedencia porque no tienen registro.

Guatemala es un puente para el trasiego de drogas, y uno de los problemas según el jefe policial, es que las estructuras que operan en Guatemala cometen “tumbes” o robos de cargamentos de cocaína y eso genera violencia.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.