Las operaciones de la entidad comenzaron en 1993, cuando constituyó la offshore Organizadora de Comercio, en Panamá, que tenía como finalidad captar fondos por medio del banco, según las investigaciones del Ministerio Público (MP), por las cuales ayer fueron detenidas 12 personas y otras ocho fueron citadas para rendir declaración.
Dos años después de la inauguración del banco se otorgó la representación legal a Jorge Ibarra Rivera Iglesias —prófugo—, integrante hasta entonces del Consejo de Administración.
En 1995 también se abrió la cuenta de depósitos monetarios de Organizadora de Comercio, y en el 2002 se creó Organizadora del Comercio, la segunda de las sociedades anónimas que serviría para captar fondos en forma ilegal, informó ayer el órgano investigador, en conferencia de prensa.
Comienza la estafa
El Banco de Comercio ofrecía al público inversiones por medio de pagarés, según el MP.
El inversionista depositaba su dinero en esa entidad bancaria, pero los fondos eran acreditados en la cuenta a nombre de Organizadora del Comercio. A cambio, el ahorrante recibía un “certificado de custodia de inversión en valores”, sin valor legal.
En el “certificado de custodia de inversión en valores” se omitió el nombre de la entidad a la que era destinada la inversión, se indicó.
En noviembre del 2006, la cartera de crédito del banco aumentó de Q40 millones a Q160 millones. Un mes después, alertados por una crisis bancaria, los clientes solicitaron a Organizadora del Comercio S. A., y a Organizadora de Comercio —Panamá— el pago de sus inversiones.
Entre diciembre del 2006 y enero del 2007 la entidad enfrentó dos desencajes. El 10 de enero del 2007, la Junta Monetaria solicitó a la Superintendencia de Bancos un informe sobre la situación financiera del banco, en el que se desvirtuaran los señalamientos sobre la mala situación financiera, y resolvió suspender sus operaciones, según la investigación del MP.
Unos 30 afectados por el Banco del Comercio señalaron a Willy Zapata, ex superintendente de Bancos, y Antonieta de Bonilla, expresidenta del Banguat, como los principales responsables, junto a los directivos del banco, de haber propiciado que la entidad funcionara pese a que conocían de su situación financiera.
Las víctimas, muchas de ellas adultos mayores, se quejaron de que no haya órdenes de captura contra los directivos y exfuncionarios.
“Le hemos entregado al MP información de en dónde vive Zapata. Les hemos dicho que Carlos Enrique Lowenthal reside en Oslo —Noruega— y que Jorge Ibarra Rivera Iglesias está en Australia”, afirmó Raúl Maldonado, afectado.
“Sabemos que hay al menos tres cuentas en euros, otras tres en dólares, 200 vehículos confiscados”, agregó.
Seis meses después, en julio del 2007, el MP pidió una auditoría forense para emprender la investigación. La primera condena del caso fue en contra de Manuel Segovia Olivotto, integrante de la junta directiva del banco, dictada el 30 de mayo del 2013.
Tres caminos
Existieron al menos tres formas con las que el Banco de Comercio habría estafado y lavado dinero, indicaron fiscales.
El banco otorgó préstamos sin garantía a empresas vinculadas y estas trasladaron los fondos a favor de Organizadora de Comercio. En un mes, entre noviembre y diciembre del 2006, se otorgaron préstamos por Q288 millones a 26 empresas.
Estas firmas recibían el dinero del banco, que luego se depositaba en la cuenta de Organizadora del Comercio, S. A.
La segunda forma identificada por los fiscales fue la emisión de pagarés, distribuidos en personas individuales o jurídicas. Los fondos también retornaron al banco por medio de la cuenta Organizadora de Comercio, S. A.
Una tercera forma de operar fueron los préstamos recibidos por empresas, cuyo dinero transfirieron a Organizadora de Comercio, S. A., en Panamá, y luego a cuentas en Miami, Estados Unidos.
Organizadora de Comercio y Organizadora del Comercio, S. A., captaron Q2 mil 499 millones 585 mil 142.47.
Durante los allanamientos de ayer fueron incautadas dos armas, una a nombre de Arrendadora del Comercio, 14 tolvas, dos vehículos y documentos relacionados con el banco.
Los 12 detenidos —tres exempleados del banco y nueve representantes legales de empresas vinculadas con la entidad— son señalados de lavado de dinero, intermediación financiera y estafa.
El jueves, el Juzgado de Mayor Riesgo A les hizo saber el motivo de su detención y serán escuchados en primera declaración el próximo 4 de noviembre.
Expediente
Antes de que una fiscalía especial se hiciera cargo del caso del Banco del Comercio, el expediente fue investigado por la Fiscalía contra el Crimen Organizado.
Q2 mil 400 millones dejó en pérdidas la suspensión del banco.
12 mil clientes se vieron afectados por la suspensíón.
Unos 30 ahorrantes que con frecuencia se reúnen en el lobby del MP señalaron al jefe de esa Fiscalía, Rony López —cuya oficina fue allanada por el mismo MP hace dos días, para establecer irregularidades en otro caso—, y al jefe de la Fiscalía de Bancos, Sául Sánchez Molina, de entorpecer las investigaciones.
Raúl Maldonado, uno de los afectados, dijo que López y Sánchez habrían retardado maliciosamente las investigaciones.
El 30 de mayo del 2013, el Tribunal Sexto de Sentencia Penal ordenó que las pesquisas alcanzaran a María Antonieta del Cid de Bonilla, expresidenta del Banco de Guatemala, y al ex superintendente de Bancos Willy Zapata.
De la participación de esos exfuncionarios, de Carlos Lowenthal Arceyuz y Jorge Ibarra Rivera Iglesias, no se excluye a nadie y el caso continúa en investigación, informó la subsecretaria del MP, Ana Guzmán.
Prensa Libre consultó a Del Cid de Bonilla sobre los señalamientos en su contra y respondió: “Las actuaciones fueron de Junta Monetaria como cuerpo colegiado y basadas en lo que establece la Ley”.
También se intentó obtener una opinión de los fiscales López y Sánchez, pero no respondieron las llamadas.
Investigadores confiaron a este periódico que unas 60 personas son investigadas por el caso.
Clientes estafados
Alberto Santandrea
“Era el dinero de mi vejez. Trabajé como albañil, tengo 85 años. Yo vivía en la Bethania —zona 7—, nunca pude tener una casa propia. No tengo hijos. Cuatro meses antes de que el banco amaneciera cerrado yo saqué Q6 mil para enterrar a mi mamá. Perdí Q50 mil y ahora vivo en la casa de mi hermana, en la zona 18. Perdí el dinero; así es. Perdí también la vergüenza, porque he llegado hasta a pedir limosna. Siempre me pregunto por qué no saqué el dinero del banco”.
Adrián Arrivillaga
“En mi caso fueron Q100 mil. Resulta que un día antes de que anunciara la quiebra o cierre de ese banco, como tenía mi cuenta de ahorro, pero los intereses habían bajado demasiado, entonces les dije que iba a retirar mi dinero porque ya no me convenía, y entonces me convencieron de que había otros planes, otras opciones, y les pregunté que si era seguro y me dijeron: sí, aquí este banco es bien sólido, tiene un fundamento y está avalado por la Superintendencia”.
Germán Márquez
“El Banco de Comercio se presentaba como grandes personas. Yo tenía mucha confianza en ellos… Nunca pensé que llegaran a hacernos una trastada. Yo tenía allí un dinero y con el deseo de tener un fondo decidí depositar mis ahorros a plazo fijo. Lo que a mí me estafaron fueron Q125 mil. Vamos a cumplir ya 10 años y hasta hoy que estoy, que andan otra vez tras la búsqueda de estos señores. Yo he sufrido mucho, incluso tuve malos pensamientos en contra de mí mismo”.
Felipe Márquez
“Tengo 84 años. Después de tanto ahorrar para mi vejez, el 21 de agosto del 2006 deposité en el Banco del Comercio Q56,332.52… El 11 de enero del 2007 tenía una finca en San Raymundo que la estimé por 50 años, y por la necesidad de comprar una casa en la colonia Bethania la vendí en Q140 mil. Los deposité el 11 de enero del 2007. Esto es mi pérdida y lloro porque ahorré para mi vejez, y aquí estoy con artritis degenerativa… A ver qué hacen por nosotros”.