En una conferencia en Ginebra, los letrados Giorigio Campa y Florian Baier afirmaron este miércoles que han tenido conocimiento de que los testigos guatemaltecos se han beneficiado de un programa de protección y que al menos dos de ellos se han ido a vivir con sus familias a Canadá.
En opinión de los dos abogados, las ventajas que han recibido esas personas por declarar contra Sperisen, de 46 años, ponen en duda la veracidad de sus testimonios, indica la agencia suiza ATS.
Los letrados afirman que esos testimonios tenían que haber sido examinados con muchas reservas, pero se aceptaron sin ningún filtro, señala la misma fuente.
Sperisen, que se encuentra en una cárcel de Ginebra, tiene doble nacionalidad suizo-guatemalteca y huyó en 2007 al país alpino, donde se instaló durante cinco años en la ciudad de Calvino hasta que en agosto de 2012 fue detenido.
Dado que la legislación suiza no permite la extradición de sus ciudadanos pero reconoce a sus tribunales la competencia para juzgar crímenes cometidos por estos en otros países, Sperisen fue procesado en 2014, en primera instancia, por un tribunal ginebrino y en segunda instancia al año siguiente.
En el primer juicio se le condenó a cadena perpetua por la ejecución sumaria de siete reos en la prisión de Pavón en 2006, pero fue absuelto por falta de pruebas del asesinato de otros tres reos tras escapar estos del centro penitenciario El Infiernito en 2005.
Sin embargo, en segunda instancia el tribunal declaró al exjefe policial culpable también de esas últimas ejecuciones.
Los abogados de Sperisen recurrieron la condena ante el tribunal federal suizo, equivalente al Tribunal Supremo, que aún debe pronunciarse.
10 reos fueron ejcutados bajo el mando de Sperisen, según la justicia suiza.
Sperisen lleva esperando el fallo al recurso de este tribunal desde hace 22 meses, un periodo excepcionalmente largo para pronunciarse sobre una apelación, sostienen sus abogados.
Sus letrados basan también su solicitud de que la condena de Sperisen sea anulada en el hecho de que el exministro de Gobernación de Guatemala Carlos Roberto Vielmann, que fue juzgado por el mismo caso en España, fue absuelto en marzo pasado por la Audiencia Nacional por falta de pruebas.
En 2013 la mano derecha de Sperisen, Javier Figueroa, también fue absuelto por la justicia austríaca.