Eso se colige de un estudio realizado por Vox Latina en 13 municipios de diversos departamentos visitados a lo largo del año por el presidente.
Llega a tal nivel el descontento de los encuestados que sólo 14 de cada cien personas consideran que la situación ha mejorado desde el 14 de enero de 2000.
A la pregunta ?¿Cuál es el problema más serio de este lugar?, las respuestas más repetidas fueron delincuencia y desempleo, con el 21.5 por ciento y el 18.5 por ciento de las menciones.
En conjunto, el alto costo de la vida y el mal estado de calles y carreteras preocupa a uno de cada cuatro encuestados.
Corrupción, a la cabeza
El mal uso de los recursos públicos, traducido en corrupción, es calificado por 37.7 por ciento de los consultados como ?lo peor? del Gobierno.
En segundo lugar, con cinco de cada cuatro menciones, se ubica la incapacidad para controlar la delincuencia
La insatisfacción por la escasa inversión en infraestructura y el incumplimiento de promesas electorales suman 22 por ciento de las respuestas negativas.
Sin nada relevante
La cuarta parte de los encuestados respondió que el eferregismo no ha hecho ?nada?. Aunque las obras han sido limitadas, ello es reconocido sólo por el 21.5 por ciento.
Aspectos positivos, como los desayunos y almuerzos escolares, aumento del salario mínimo y la distribución de fertilizantes no rebasan, en conjunto, el 20.8 por ciento de las menciones.
Dato relevante es que sólo 7.7 por ciento de quienes asisten a las concentraciones donde participa Portillo lo hacen por apoyar al partido oficial. El grueso de los encuestados adujo otras razones: ?La gente es novelera?, ?los llevan acarreados? o les ?dan dinero?.
En suma, Portillo se apresta a cumplir su cuarto y último año de gobierno, entre la desaprobación de los pobladores.
Falta de credibilidad
Debido al incumplimiento de promesas, los altos índices de violencia y la corrupción, Vox Latina estableció que los habitantes de los 13 municipios donde efectuó la encuesta aseguran que el presidente Alfonso Portillo Cabrera no los convence, y también que miente en sus discursos.
Además, resaltaron que el mandatario y el Frente Republicano Guatemalteco, FRG, ?no defiende a los pobres?.
No le creen
Sólo uno de cada tres encuestados por Vox Latina considera que por medio de sus discursos el presidente convence a quienes lo escuchan.
Ese grupo está formado mayoritariamente por personas de entre 30 y 49 años, cuyos ingresos no rebasan los Q1,500 mensuales.
Mientras tanto, el 59 por ciento respondió lo contrario. El porcentaje sube a 71 por ciento entre hombres y mujeres de más de 50 años de edad.
La falta de credibilidad también genera la percepción de que el presidente Portillo no dice la verdad en sus apariciones en plazas de diversas poblaciones, según el 73.8 por ciento de los encuestados.
?No defienden a pobres?
En promedio, ocho de cada diez personas sostienen que Portillo y el FRG, contrario a su discurso, ?no defienden a los pobres?.
El rechazo contra el gobernante y el oficialismo aparentemente se acentuaría entre los hombres y en personas de entre 18 y 29 años de edad.
El PAN y Berger
El sondeo señala que el Partido de Avanzada Nacional, PAN, gozaría de las simpatías de los entrevistados, contrario al rechazo que genera el Frente Republicano Guatemalteco, FRG.
A nivel de candidatos, el panista Oscar Berger se impondría con comodidad, relegando al segundo lugar a Alvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE. Después se colocaría, en caso de superar los inconvenientes legales, el caudillo eferregista Efraín Ríos Montt.
Vox Latina
13 es el número de municipios donde Vox Latina efectuó el estudio. La recolección de datos fue entre el miércoles 6 y el sábado 28 de noviembre de este año.
Los municipios elegidos fueron algunos de los visitados por el presidente Alfonso Portillo: Escuintla, Quetzaltenango, Santa María Chiquimula (Totonicapán), San Pedro Carchá, Tamahú y Chisec (AV), Chiquimula y Camotán (Chiquimula), Zacapa, Rabinal (BV), Santa Catarina Mita (Jutiapa) y Sanyuyo (Jalapa).
El margen de error y confianza de este tipo de estudio no se puede calcular; tampoco, generalizar a la población de todo el país.