Se informó que el cerco fue construido a principio de la semana pasada, lo que provocó la reacción de los pobladores, quienes decidieron tomar medidas de hecho.
Mientras los inconformes quitaban las láminas, agentes antidisturbios de la Policía Nacional Civil (PNC) lanzaron seis bombas lacrimógenas para tratar de dispersar a la multitud.
Advertencia
Ante ello, los encapuchados universitarios dialogaron con los agentes para evitar que estos continuaran lanzando bombas de gas.
Al concluir con esa acción, la multitud se dispersó no sin antes advertir de que si se insiste por parte de las autoridades municipales de ceder ese terreno las acciones de hecho continuarán.
Según el alcalde Gómez Sosa, lo que se pretende hacer en el terreno es instalar un jardín y una parada de bus, por lo que existe un acuerdo municipal que establece que nadie puede realizar ningún tipo de construcción en ese espacio y culpó a 12 vecinos de ser los gestores de dicho movimiento.