“Aquí hay bastantes cosas que me gustan, como ayudar a un cliente, abrir la puerta o sonreír. Mi trabajo es muy agradable”, expresó el joven.
Añadió que su objetivo diario es brindar momentos agradables a las personas, por lo que se esfuerza en ofrecer un ambiente hospitalario, limpio y de respeto. Para Villegas lo mejor es compartir con los niños que llegan al restaurante, porque esa convivencia le permite sentirse pleno como persona.
Marta Esperanza González, madre del joven, señaló que él es el último de cinco hermanos y que gracias a su determinación ha logrado cosas que en un momento le parecieron imposibles, pues al nacer, los médicos pronosticaron que viviría poco tiempo debido a su condición.
Agregó que uno de los momentos más difíciles de su infancia fue cuando debió superar más de 10 bronconeumonías, que pusieron en peligro su vida.
“El tratamiento fue difícil, pero la esperanza de vida siempre fue mayor y a sus 12 años ya no se enfermó de los pulmones”, indicó González.
“Trabajar le ha abierto puertas y ha mejorado sus capacidades. Antes de recibir su primer sueldo decidió hacer los trámites para abrir una cuenta bancaria, luego aprendió el recorrido que debe hacer de la casa al trabajo, y se encarga del pagos de los servicios”, refirió la madre.
Educación
La formación académica de Villegas empezó en la Escuela Edelmira Mauricio, donde mejoró sus habilidades del habla y cursó la preprimaria; sin embargo, muchas escuelas le cerraron las puertas hasta que el establecimiento educativo Domingo Morales lo aceptó en la jornada vespertina, donde completó la primaria y básicos.
“Es una persona especial, porque atiende bien a nuestros clientes”, dijo Paola Ruiz, gerente del restaurante.
“Es un ejemplo de vida y se ha convertido en nuestra fuente de inspiración, porque su dedicación nos facilita alcanzar nuestras metas”, añadió Ruiz.