La desigualdad se refleja en familias como la de Marvin Rocael Aguilar, de 38 años, y su esposa Ingrid Salazar Díaz, 41, de Los Cerritos, Chiquimulilla, Santa Rosa, quienes viven en extrema pobreza y son padres de las Tres Marías, las trillizas que nacieron el 3 de abril del 2015 en el Hospital Regional de Cuilapa.
La pareja esboza una sonrisa cuando habla de la familia que han conformado —nueve hijos—, aunque les embarga la tristeza cuando se les hace la pregunta de ¿cómo viven?
Aguilar cuenta que los Q2 mil mensuales que gana en un ingenio no alcanzan para cubrir sus necesidades, pues las trillizas necesitan alimentación especial.
“Nosotros vivimos de lo que se cultiva en el campo; nos alimentamos con hierbas”, señaló.
Otro caso es el de Ángela Aguilar, en Jumaytepeque, Nueva Santa Rosa, Santa Rosa, quien espera con ansia la cosecha de café, pues ha sido la única opción de trabajo que le ayuda a resolver parte de sus necesidades como pagar los estudios de sus hijos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística establecen que en Santa Rosa hay una población mayor a los 380 mil habitantes y la mayoría pertenece a familias que dependen del salario agrícola, que no sobrepasa los Q20 diarios, lejos del costo de la canasta básica familiar de Q3 mil 697.41 al mes —cifras de abril—.
Persisten problemas
El Mapa de Conflictividad de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) identifica la prevalencia, expansión e intensidad de al menos 70 problemas sociales que afectan a las comunidades, de los cuales algunos son más recurrentes como la violencia intrafamiliar, maltrato y trabajo infantil, explotación sexual, falta de acceso a la educación y a la salud.
Con el transcurso de los años la pobreza se ha enraizado en las familias, principalmente del área rural, al extremo de que en la última década hubo un aumento significativo y más de la mitad de la población —59.3%— vive en la pobreza, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida.
El sociólogo Luis Samayoa señaló que la sociedad va en total descomposición social, producto de las modas y el consumismo. “Somos presa de la propaganda comercial que nos atrapa e impulsa a consumir”, comentó.
Añadió que la corrupción de los gobiernos, desde Vinicio Cerezo y ahora con la Cooptación del Estado, donde se señala a los exgobernantes Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti como los principales cabecillas de una estructura que saqueó las arcas del Estado, agudizan los problemas sociales, pues por el “vergonzoso robo” no hay suficientes servicios de salud y educación.
Impera inseguridad
La cabecera de Quetzaltenango deslumbra por su belleza arquitectónica y por ser un lugar de comercio, aunque ha sido afectada por la inseguridad como el robo a comercios, viviendas y vehículos.
La Policía Nacional Civil (PNC) informó que hasta mayo de este año se reportaban 36 saqueos a comercios en la cabecera, San Mateo, Olintepeque y La Esperanza; además, se reporta el robo en ocho viviendas en los mismos lugares. A escala departamental, hasta mayo último habían sido robados 130 vehículos.
“El problema es el costo adicional para los empresarios al tener que pagar seguridad privada, sumado a esto las pérdidas por los robos”, refirió Marisol Chávez, asesora del Grupo Gestor de Quetzaltenango.
Según Claudia Tobar, psicóloga, los frecuentes hurtos afectan la salud mental de los ciudadanos. “Los vecinos ya no son libres porque temen salir de sus viviendas. Esta situación genera estrés para toda la familia y altera su sistema de vida”, explicó.
Adicciones en Chimaltenango
El consumo de alcohol y drogas cada día envuelve a más ciudadanos de Chimaltenango, aseguran fuentes consultadas, que señalan que las adicciones se asocian a la falta de educación, desintegración familiar, abusos, maltratos y una inadecuada forma de educar a los hijos.
Paula Vásquez, encargada del área de psicología del Hospital Nacional de Chimaltenango, informó que cada mes atienden un promedio de 10 pacientes por problemas de alcoholismo, y entre tres y cinco casos por adicción a drogas. La mayoría son personas de entre 20 y 35 años.
De acuerdo con Vásquez, una persona adicta pierde cierto nivel de conciencia, juicio, pensamiento, reacción y coordinación.
La descomposición social también alcanza a niños, pues hay casos de menores de 12 años que se han intoxicado por consumo de licor o drogas, refirió.
Carolina Simón, coordinadora de la Red por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud en Chimaltenango, comentó que de cada 10 jóvenes, seis están expuestos a ser alcohólicos o drogadictos.
Desempleo en Retalhuleu
Casi el 35% de los habitantes de Retalhuleu no tiene un trabajo formal. El 15% no cuenta con empleo y apenas el 25% tiene estabilidad laboral, señalan expertos.
“El país cada día es más pobre por la falta de trabajo. Cada año se gradúan miles de jóvenes pero no consiguen un empleo formal”, comentó Luis de León, del Sindicato de Trabajadores de Salud en Retalhuleu.
Corrupción en Huehuetenango
Hiram Martínez, gobernador de Huehuetenango, aseguró que un alto porcentaje de los problemas que afrontan los huehuetecos son consecuencia de la corrupción, la cual se refleja en la falta de servicios de salud e incapacidad para atender la demanda educativa.
El funcionario señaló que la ingobernabilidad derivada de los conflictos sociales, que son el principal problema que afecta a la población, principalmente en el norte, donde también hay diferencias por posesión de tierras.
El fenómeno del trabajo infantil se acentúa en ese departamento, aseguró Carmen Lolita Domínguez, jefa de la Unidad de Trabajo Infantil del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
Según la funcionaria, en el país al menos 850 mil 937 niños y adolescentes están en situación de trabajo infantil, y Huehuetenango ocupa el primer lugar con 142 mil 520 menores trabajadores, por encima de Guatemala —departamento— con 98 mil casos.
Carolina Gutiérrez, del Observatorio en Salud Sexual y Reproductivo (Osar), señaló que los constantes casos de embarazos de niñas y adolescentes es otro problema que afecta en Huehuetenango.
El Osar registró un aumento para el 2014, cuando se reportaron cinco mil cien embarazos en niñas, y 71 mil en adolescentes; en el 2015 fueron cuatro mil 431 casos de niñas de entre 10 y 14 años.
La migración, la falta y baja calidad de agua entubada y vulnerabilidad ante desastres naturales son otros problemas que afectan a la población.
Opiniones
“Se Pierden los valores”
Álvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de Huehuetenango, dijo que los problemas sociales ocurren por el uso excesivo de aparatos tecnológicos. “Son problemas que no deben verse de forma aislada; por ejemplo, el abusos de los padres hacia las hijas es una pérdida de los valores morales”, señaló.
Problemas de alcoholismo
Marilis Ramírez, auxiliar de la PDH en Chimaltenango, considera que los problemas familiares, sentimentales, desintegración del hogar y deudas son factores que motivan a las personas al consumo de alcohol y drogas. “Cuando se carece de recursos se genera la delincuencia”, señaló.
Conflictos sociales
Situaciones complejas que afectan el desarrollo.
- Minería e hidroeléctricas. De acuerdo con el analista Álvaro Pop, para la explotación de los recursos naturales se deben efectuar consultas comunitarias.
- Toma de ríos y siembra de palma africana. Opiniones encontradas rodean a ese cultivo, pues mientras empresarios la defienden por la generación de empleos, pobladores señalan que causa daño ambiental.
- Unos 200 conflictos sociales se manifiestan en la sociedad, entre ellos acceso a la tierra, servicios públicos privatizados y corrupción en el Estado.
Oswaldo Cardona, María José Longo, José Rosales y Mike Castillo