“No podemos dejar de obviar que nuestros países siempre pueden ser lugares de paso. Las mismas debilidades que se observaron en temas como identidades falsas es algo muy delicado que no podemos ignorar y tenemos que trabajar en conjunto”, resume convencido.
Reacio en entrar a discutir cuáles son los motivos por los que la región centroamericana es ahora un lugar de interés para estos grupos, por no poder ahondar en “cuestiones de inteligencia”, Duarte admite que hay “suspicacia” por este tema y pide coordinar entidades nacionales e internacionales.
Además de paso para la droga producida en el sur del continente, Centroamérica es puente para miles de migrantes de todo el mundo que intentan llegar a EE.UU. movilizados por redes de tráfico de personas, un negocio ilícito que cada año genera alrededor de 400 millones de dólares según datos de la ONU.
El terrorismo será uno de los temas que abordará el secretario de la SIE, uno de los hombres más jóvenes en ocupar este puesto y quien tiene una experiencia en inteligencia y seguridad nacional de más de 15 años, en el Western Hemisphere Security Forum, que se celebrará en Estados Unidos el próximo 16 de noviembre.
También hablará sobre las pandillas, el lavado de dinero, la narcoactividad, los cárteles, el tráfico ilegal de armas, municiones y explosivos, la trata de personas o los ciberataques, amenazas trasnacionales de las que Guatemala y la región no están exentas.
Su participación en esta cita, la primera de un jefe del servicio de Inteligencia de Guatemala que surgió de la recuperación de relaciones con servicios de México, Costa Rica, Panamá, España, Taiwán, Estados Unidos, Corea del Sur, Honduras, Colombia o El Salvador, evidenciará cómo los trabajos en conjunto dan mejores resultados.
Como ejemplo expondrá los frutos de la Fuerza de Tarea Trinacional creada por el Triángulo Norte de Centroamérica -El Salvador, Honduras y Guatemala-, un programa que “nació” en la SIE y que tiene como idea que los tres países compartan información, sobre todo de pandillas, un flagelo que “nos afecta de sobremanera”.
Actos terroristas
Entre los resultados está la limitación de “pasos tan libres” de los pandilleros o récords en las incautaciones de cocaína, aunque reconoce que las extorsiones siguen estando ahí, igual que los ataques de los mareros, sobre todo contra agentes de la policía, una reacción “esperada” por los golpes asestados a estas organizaciones.
Aunque admite que durante años estos grupos delictivos han tenido “facilidad de actuar” por la “incapacidad del Estado” para reaccionar o por la “compra de voluntades”, Duarte dice que el objetivo es disminuir de forma “significativa” todos estos flagelos a través de una visión de Estado que pasa, primero, por la prevención y la creación de oportunidades para los jóvenes.
“El ser humano por naturaleza es bueno, sino tiene opción la única que va a tomar es la que le va a permitir seguir subsistiendo. Entre una buena y una mala siempre tomará la buena”, resume con esa esperanza de ver, en el futuro, el reflejo de estas acciones.