La próxima semana, la Cámara de Industria de Guatemala, a través de la Gremial de Logística realizarán el III Foro Internacional de Logística, una gran oportunidad para posicionar al país respecto a las prioridades que necesitamos en materia de infraestructura, que es hoy el gran cuello de botella. Según el índice de desempeño logístico 2023 del Banco Mundial, nuestro país está en la posición 88 de 139 países evaluados a nivel global.
El informe mide seis subindicadores agrupados en temas relacionados a eficiencia del despacho de aduanas, calidad de la infraestructura, calidad y competencia de los servicios logísticos, capacidad de seguimiento y localización de los envíos, puntualidad y la disponibilidad de envíos internacionales a precios competitivos.
Los mayores retos se presentan en los indicadores relacionados a la eficiencia del despacho de aduanas, así como en la infraestructura relacionada con el comercio, donde se ven oportunidades de mejora importantes. En el caso de la eficiencia en el despacho de aduanas, han existido mejoras para reducir sustancialmente el despacho del express aéreo y en aduanas marítimas. Sin embargo, en materia de infraestructura tenemos retos importantes, especialmente en infraestructura vial.
Una comparación realizada a partir de una visita del sector privado a República Dominicana mostró cómo ese país ha aumentado la formación bruta de capital fijo a 33% sobre el PIB en los últimos años, mientras que Guatemala se ha quedado estancado alrededor del 17%. ¿Qué nos pasó? ¿por qué República Dominicana desde 1992 en que teníamos datos similares nos empezó a sacar tanta ventaja? Parte de la respuesta tiene que ver con la eficiencia de mecanismos legales que permiten no solo mayor participación del sector privado en el riego de un proyecto, sino mayor certeza jurídica hacia la competencia en licitaciones de pagos por indicadores de servicio y una mayor inversión pública, (3.17% del PIB en comparación con Guatemala cuya inversión pública está rezagada alrededor del 1.7%).
Por eso es tan importante el esfuerzo que la iniciativa Guatemala No Se Detiene está empujando, a través del eje de infraestructura vial. Los proyectos estratégicos identificados, por ejemplo, para llevar a cuatro carriles desde el Rancho a Santo Tomás de Castilla son críticos. Sin embargo, el Gobierno sólo tiene estudios de preinversión desde el Rancho a Mayuelas (kilómetro 84 al 170 aproximadamente) y los fondos que se están previendo del préstamo del BID que entraría al Congreso este año, solo alcanzan para el tramo del Rancho a Teculután (kilómetro 84 al 122) por lo que llevar a cuatro carriles hasta Santa Tomás no será posible, si no se cuente con mayor financiamiento para concluir los estudios y generar la inversión necesaria. Este es un ejemplo claro de la urgente necesidad de que el Congreso apruebe la Ley General de Infraestructura Vial, pendiente de tercer debate. Solo así podremos tener un sistema para contar con las carreteras que necesitamos para ser un país con mayor capacidad logística.
Sin una priorización de recursos y reformas legales, seguiremos rezagados