Guatemala
Guardias del Sistema Penitenciario estarían involucrados en una red nacional de extorsiones en cárceles
Una red criminal que cobra extorsión a los reos, o talacha, está siendo investigada. Ahí figuran guardias, reo y familiares de los privados de libertad.
Investigan red criminal que cobra "la talacha" en centros carcelarios del país. Entre los sospechosos se encuentras los guardias del SP, aseguran autoridades. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
La captura de un director, alcaide y dos guardias del Sistema Penitenciario (SP), en la cárcel de Santa Cruz del Quiché, Quiché, fue solo la confirmación de una sospecha: existe una red transversal que controla el cobro de extorsiones —talacha— a reos a nivel nacional.
Un investigador afirmó que están dándole seguimiento a esta posible red criminal que opera dentro del SP, y ya han identificado importantes indicios.
El caso de Quiché, confirmó las extorsiones en contra de los privados de libertad, pero también reveló cómo la red se coordina con personas externas en contubernio con miembros del SP que facilitan las intimidaciones y transacciones.
La primera hipótesis de los investigadores da cuenta que esta estructura, solo en Quiché se afianza de al menos Q300 mil mensuales en extorsiones a los privados de libertad, y estos hechos que se pueden extender a los 22 centros del país, lo que lo convierte en una estructura con ganancias millonarias.
Los investigadores enfatizaron que hay dos formas en las que opera esta banda: la primera consiste en que un grupo de privados de libertad amenaza a los nuevos reos para que les proporcionen números de teléfonos de sus familiares con el fin de extorsionarlos.
Luego los llaman para exigirles la talacha, con montos entre Q10 mil y Q25 mil para que el nuevo reo pueda tener derecho a una plancha de concreto para dormir y para evitar que sus compañeros de celda lo golpeen y obliguen a lavar los baños y el patio.
Los familiares deben cumplir con el pago y el dinero, en efectivo, lo tienen que llevar al centro carcelario y con ayuda de los guardias del SP ingresan sin cumplir con los protocolos seguridad.
Otra forma de operar ya detectada por las autoridades es que el dinero se entrega a personas externas al penal, que regularmente son miembros de pandillas o familiares de los presos.
Más casos
El caso de Quiché no es el único. Aunque hasta ahora se habían abordado como temas aislados, las extorsiones a privados de libertad en cárceles es una constante, incluso, se ha normalizado.
Por ejemplo, el 30 de septiembre pasado, la Policía Nacional Civil (PNC) capturó a cuatro guardias del SP por el delito de incumplimiento de deberes en forma continuada.
“Tres guardias fueron detenidos en la Granja Modelo de Rehabilitación Penal Cantel, Quetzaltenango y otro en el Centro de Detención Preventiva para Hombres, ubicado en la zona 1 de Santa Cruz del Quiché”, relató la PNC.
Los detenidos son señalados de facilitar y participar en extorsiones.
Las autoridades de la institución dijeron que luego de las detenciones de los uniformados se inicia un proceso administrativo para removerlos de sus cargos y cuando son ligados a proceso penal se debe esperar una sentencia firme para despedirlos, de lo contrario vuelven a sus puestos y se les paga los salarios que dejaron de percibir mientras solventaban su situación.
Señalaron que en otros casos los guardias que cometieron alguna falta son trasladados al área administrativa del SP y se les hace una llamada de atención.
Sergio Vela, director del Sistema Penitenciario, indicó que parte del proceso de renovación penitenciaria que impulsa, mantiene un compromiso con la depuración constante de los guardias que se vean involucrada en diferentes delitos.
“Se mantiene una estrecha e irrestricta colaboración con la PNC y el Ministerio Público en las investigaciones en torno a esos cobros extorsivos y otros delitos en los centros de detención”, reconoció Vela.
También señaló que se tiene proyectado contar con una infraestructura apropiada, construyendo o renovando los penales, como se hizo en el caso del Centro de Máxima Seguridad para Hombres Renovación 1, en Escuintla.
“—la cárcel— cuenta con tecnología moderna en los controles de acceso y en donde se ha separado el área administrativa de los sectores de privación de libertad, con el objeto de minimizar el contacto entre personal penitenciario y la población privada de libertad”, dijo el director.
Agregó que de febrero a la fecha se han interpuesto 16 denuncias penales en contra de más de un centenar de personas trabajadores del SP por su posible participación en la comisión de distintos delitos.
Además, 46 guardias han sido detenidos en el 2024, y el delito que más incurren es por incumplimiento de deberes.
Vela recalcó que otro factor clave es contar con una nueva guardia penitenciaria, y el 29 de noviembre se cerrará la convocatoria para que 2 mil jóvenes puedan obtener un empleo en la institución.
Los interesados pueden aplicar en el siguiente enlace: https://forms.gle/bKPZSbY5hNepjr9A6
Arévalo por talacha
Durante la entrega del remozamiento de la Cárcel de Alta Seguridad “Renovación 1”, que anteriormente era conocida como El Infiernito, se cuestionó a las autoridades sobre el cobro de la talacha a los reos en la Granja Modelo de Rehabilitación Cantel, en el departamento de Quetzaltenango.
El director del SP dijo el pasado martes 5 de noviembre que están trabajando para evitar ese cobro en las cárceles.
“Lo hemos dicho desde el 15 de enero, cuando tomamos posesión, que esta administración no va con la talacha, a raíz de esto hemos tenido capturas de guardias del SP y se le está dando seguimiento no solo a —la cárcel de— Cantel, sino en todos los centros que están haciendo su denuncia al 1533”, enfatizo Vela.
El presidente Bernardo Arévalo dijo que a medida que van tomando el control de los penales estarán evitando las malas prácticas por parte de los uniformados.
“De manera que la talacha va a hacer expulsada del SP y lo estamos haciendo de manera gradual pero consistente, a medida que vamos avanzado, tomando el control de los distintos centros”, recalcó Arévalo.
Silencio de los reos
Eddy Morales, exdirector del Sistema Penitenciario, dijo que el problema de la talacha no es nuevo, y ha sucedido durante muchos años.
“Se mantiene dentro de ese nivel de corrupción debido a la cultura de silencio que tienen los reclusos. Nadie hace señalamientos y tampoco denuncia”, comentó Morales.
Agregó que el modelo con el que cuenta el SP en las cárceles permite una relación directa entre reclusos y guardias.
Enfatizó que los reclusos se aprovechan del salario que devenga los uniformados para “comprar su voluntad y silencio”.
“Se vuelve una relación estrecha entre el guardia, recluso y muchas veces involucran al mismo director de centro, que muchas veces quiere obtener ganancia”, recalcó el exdirector.
Además, mencionó que es complicado depurar las instituciones de Gobierno, incluyendo el SP, porque los trabajadores pueden apelar su despido y ser reinstalados en sus puestos.
“En muchas ocasiones está siendo retorcido – el código de trabajo- por los mismos abogados defensores para reinstalar a la gente a pesar de que han cometido en algunas ocasiones faltas muy graves o también han cometido hasta algunos delitos”, argumentó.