ESCENARIO
Filgua 2024: Cuentacuentos hablan sobre su experiencia al llevar nuevas historias a sus comunidades
Delmy Felipe y Juanita Chiviliu, participantes del Cuarto Concurso Centroamericano de Literatura Infantil hablaron sus proyectos que acercan a los más pequeños con la literatura.
Delmy Felipe, Gloria Carrión y Juanita Chiviliu durante el encuentro de literatura infantil en Filgua 2024. (Foto Prensa Libre: Alejandro Ortiz López)
Las historias nos recorren y nos pertenecen a todas. En ellas cabemos gente de toda edad, lugares de procedencia, géneros y estratos sociales. Pero aún siendo esto un hecho, ¿por qué son tan pocas las personas que llegan a interesarse por las historias y la lectura de las mismas?
Tratando de combatir esa incertidumbre a la hora de consumir narrativas, la plataforma Libros para Niños ha impulsado en los últimos cuatro años el Concurso Centroamericano de Literatura Infantil.
Desde su primera edición, el certamen busca premiar a narradores centroamericanos quienes a través de sus historias logran llegar a la imaginación de niños y niñas en distintas comunidades de la región.
Aunque durante las últimas tres ediciones se ha premiado a un ganador por año, en el más reciente concurso se declararon dos menciones honoríficas de entre las 155 obras propuestas. Las ganadoras de las menciones fueron las guatemaltecas Delmy Felipe y Juanita Chiviliu.
Durante la primera jornada de Filgua 2024 Felipe y Chiviliu conversaron junto a Gloria Carrión, directora de Libros para Niños , frente a un público de jóvenes estudiantes a quienes invitaron a pensar en la narración como una posibilidad de compartir de forma comunitaria.
La conversación abordó la experiencia de las acreedoras de la mención honorífica en el concurso y también exploró temas como el miedo que puede surgir antes de contar o crear historias.
Para atender esta inquietud, Delmy Felipe señaló que resguardar la armonía con una misma es lo más importante a la hora de narrar. "Uno nunca cuenta algo que no le gusta. Siempre se puede contar desde la emoción y eso es hacer las pases con la historia", aseguró.
La cuentacuentos y también promotora de lectura aseguró que para ella, el primer paso antes de empezar a contar historias empezó con la narración oral de sus relatos y no necesariamente con la escritura.
Juanita Chiviliu aseguró que cada primera vez que se cuente una historia puede que siempre haya miedo. "Es como la primera cita con un novio o una novia. Te tiemblan las piernas", bromeó la autora y también promotora del espacio de lectura La Puerta Abierta, localizado en Atitlán.
Chiviliu recomendó que antes de contar una historia ya escrita es importante conocerla a perfección, sentirse identificada con ella, practicarla varias veces (incluso frente al espejo) y sobre todo, contárselo a alguna persona conocida de confianza.
Por otro lado, Gloria Carrión aseguró que para lograr un buen enganche con el público es necesario ir escalando en la emoción del relato, además de seguir las prácticas de puntuación y como indicó Juanita Chiviliu, compartir antes los relatos a allegados(as).
Sobre las cuentacuentos
Juanita Chiviliu es una psicóloga maya tz' utujil, autora y promotora de lectura, originaria de Santiago Atitlán. Se presenta como la feliz hermana mayor de tres hijas, así como amante de sus dos perritos. Desde pequeña, aspiraba a ser maestra, inspirada por su padre que daba clases.
A los trece años, vivió la tormenta Stan en su comunidad, lo cual fortaleció su deseo de compartir y ayudar desde sus posibilidades. Su amor por los libros la llevó a cofundar el proyecto La Puerta Abierta.
La plataforma comenzó con un pequeño estante de libros y ha crecido para incluir círculos de lectura y una biblioteca móvil que lleva libros a escuelas en Atitlán, buscando empoderar a los niños y animarlos a soñar y trabajar por sus sueños.
Delmy Felipe vive en la zona 6 de Mixco, en ciudad de Guatemala y se dedica a promover la lectura a través de su proyecto comunitario llamado Bicicloteca destinado a la formación pequeños lectores.
La Bicicloteca, que comenzó como un simple remolque para bicicleta, ha evolucionado para convertirse en una biblioteca móvil que visita parques y colonias, creando comunidad y fomentando el amor por los libros entre los niños.
Tras varios años de trabajo en Quetzaltenango y en República Dominicana, Delmy regresó a Guatemala durante la pandemia con la firme convicción de hacer algo por su país, razón por la cual fundó su proyecto andante.