Marta Santos, madre de Mercado Santos, dijo que su hija salió de su casa el 28 de agosto del 2011, entre las 10 y 11 horas, y les dijo que iría a estudiar con una compañera.
Llevaba un vestido café y una máquina de escribir. A las 17 horas llamó del teléfono de alguien a quien la madre reconoce como Crazy y le dijo que estaba bien, pero a las 20 horas no había regresado.
Mirza Lorenzana, madre de Montúfar Lorenzana afirmó, pese a las pesquisas de la Fiscalía, que su hija “fue una víctima inocente que cayó en manos de personas sin escrúpulos”, ya que no fue contactada por redes sociales, sino que Mercado Santos llegó a pedirle permiso para que la acompañara a comprar a Escuintla, pues vivían en Puerto San José. Aseguró que accedió porque las jóvenes eran vecinas.
Lorenzana refirió, al igual que Santos, que a las 20 horas de ese día entró en pánico y pasó la noche a la espera de que regresara su hija. Sin embargo, las jóvenes fueron asesinadas esa noche.
Al día siguiente
Al día siguiente el padre de Mercado Santos recibió una llamada de alguien que le pedía Q500 mil o de lo contrario llegarían a tirarle los ojos de su hija frente a la casa.
Por negociaciones por la vía telefónica efectuadas cada 24 horas hasta el 11 de septiembre del 2011, el padre de Mercado Santos logró que ese día le recibieran Q30 mil, y aún así no volvieron a ver a las adolescentes, pues habían muerto 15 días antes, según los análisis forenses.