Una semana antes, los abogados fueron contratados por la familia del menor, en sustitución de los anteriores, debido a que se negaron a accionar contra el establecimiento educativo, informó Fuentes por la vía telefónica.
La solicitud de ampliar la pesquisa se basa en la cláusula A) del contrato que los padres del menor hicieron con el Liceo Javier, en el cual se establece: “Las instalaciones del centro educativo están adecuadas para que los educandos no corran ninguna clase de riesgo que ponga en peligro su integridad física”.
Se buscó la versión de las autoridades de la institución educativa, por medio de llamadas telefónicas y las redes sociales, pero no se obtuvo respuesta.
Proceso
Por ese caso enfrenta proceso penal el instructor de natación Gustavo Adolfo Ascencio Mexicanos, quien sustituía al profesor titular del curso el día que murió el menor.
El cargo que la Fiscalía le endilga es homicidio culposo, por la posibilidad de que haya incurrido en negligencia, al no controlar a los estudiantes a su cargo.
El instructor permanece en arresto domiciliario luego de haber pagado una fianza de Q20 mil que le impuso el Juzgado de Villa Nueva.
El cadáver del adolescente fue localizado en el fondo de la piscina —de 2.7 metros de profundidad— del Liceo, el 29 de marzo último por la noche, y fue rescatado por socorristas.
El MP tiene en su poder un video tomado por una cámara de seguridad del establecimiento, en el cual se registró cómo se desarrolló la clase de natación.
Estudiante dedicado
Aldana Fuentes llegó al Liceo Javier después de haberse esforzado a lo largo del año anterior en ganar los exámenes de admisión.
Su historial académico de Preprimaria y Primaria indica que era un estudiante aplicado.
Su promedio durante los seis años del nivel primario fueron de 92 puntos, calificación que se premiaría con el reconocimiento Magna Cum Laude si se tratara de estudios universitarios.
Por esa razón, los padres de Alexánder no quisieron que continuara estudiando en un establecimiento público en Villa Nueva y se esforzaron por cubrir los gastos de un colegio de alto rendimiento.
Pagaron Q200 por los exámenes de admisión y las mensualidades de Q770 correspondientes a la jornada vespertina, de enero, febrero y marzo —Q2 mil 310—.
El 10 de enero de este año fue el día más esperado por el adolescente, porque comenzaría a estudiar en el Liceo Javier.