Con una densa neblina, característica de la región, a eso de las 14.30 horas, un guardia privado que custodiaba un camión cargado de cemento accionó su arma contra Santos Hernández Menchú, uno de los manifestantes.
Los perdigones también alcanzaron a José Eusebio Puac Baquiax, de 33 años; a Arturo Félix Sapón Yax, 39; a Jesús Baltazar Caxaj Puac, 40; a Jesús Francisco Puac Ordóñez, 48, y a Rafael Nicolás Batz, 52, quienes murieron.
La acción del guardia desencadenó un enfrentamiento contra las fuerzas de seguridad.
Los bomberos Municipales Departamentales y Voluntarios trasladaron a los lesionados a los hospitales de Sololá y de Quetzaltenango.
Élmer Martínez, fiscal del Ministerio Público, dijo que la mayoría de heridos eran de bala.
“Vamos a investigar cómo fue el ataque. Por el momento no tenemos ninguna hipótesis. Los fallecidos —seis— tenían heridas de arma de fuego, pero ignoramos el calibre, ya que lo determinará el Inacif —Instituto Nacional de Ciencias Forenses—”, comentó.
Nueve horas
En el lugar había cerca de tres mil personas de 11 cantones de Totonicapán que mantenían bloqueado el paso en la cumbre y otras 500 personas cerraron Cuatro Caminos.
Los manifestantes llegaron a las 5 horas porque adversan la modificación a la carrera de magisterio, contra la empresa que distribuye energía eléctrica en Totonicapán y en rechazo a las propuestas de reformas a la Constitución que impulsa el Gobierno.
El cierre del paso originó atasco de hasta 15 kilómetros, lo que causó frustración e ira entre algunos automovilistas que en algún momento les pidieron a los inconformes que los dejaran pasar.
Gas y golpes
El ataque del guardia desató la furia de los campesinos, quienes se enfrentaron a los agentes de la PNC y el Ejército, a quienes les lanzaron piedras y varios objetos.
Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógeno y pimienta para dispersarlos. La refriega duró cerca de dos horas, hasta que las fuerzas de seguridad optaron por retroceder.
Al replegarse, un camión cargado con cemento y uno del Ejército quedaron a merced de los manifestantes, contra los cuales arremetieron y les prendieron fuego.
Rechazo
Pedro Sapón, familiar de una de las víctimas, rechazó la actitud de las autoridades: “Nos atacaron intencionalmente. Nosotros estábamos pacíficos, cuando llegaron los soldados y nos empezaron a disparar sin compasión. Solo estamos exigiendo nuestros derechos”, explicó.
Humberto García, quien también participó en la manifestación, dijo: “Ellos empezaron el ataque, los de la PNC y los del Ejército. Varias personas salieron heridas”.
Karin Linares, delegada de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Totonicapán, rechazó la tragedia. “Lamentamos los incidentes, y vamos a investigar. Presentamos un informe, y esperaremos la necropsia para determinar el calibre del arma de fuego”, agregó.
Los líderes de los campesinos exigieron a las autoridades que se investigue el ataque.
“Sin armas”
Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación, afirmó anoche en conferencia de prensa en la Casa Presidencial que ningún agente de policía ni ningún soldado portaba arma de fuego.
“Los policías y el grupo de reserva del Ejército están entrenados para dispersar manifestaciones, y el equipo que llevaban son armas no letales”, explicó.
La Policía informó que el supuesto guardia, quien portaba un uniforme negro, no fue detenido, pues aprovechó la confusión para escapar entre la milpa.
Testigos indicaron que lo vieron cuando intentaba huir hacia Quetzaltenango. El conductor del camión, cuya identidad se desconoce, también escapó.
El funcionario manifestó anoche que no hubo ninguna captura relacionada con los bloqueos y el enfrentamiento, pero que pidió al Ministerio Público que esclarezca los hechos.