La plenaria inició con una hora y 23 minutos de retraso debido a que muchos congresistas no lograban entrar al Palacio Legislativo porque algunas personas bloqueaban las tres puertas. Otros simplemente llegaron tarde.
El ambiente estuvo tenso desde el principio. Agentes de la Policía Nacional Civil y de la guardia parlamentaria custodiaban las entradas. La orden era no dejar ingresar a los visitantes hasta que lo autorizara la Junta Directiva, debido a que solo 80 personas podrían subir al palco.
Esta disposición no fue bien acogida por algunos congresistas. Uno de ellos fue el diputado de FCN-Nación, Ernesto Galdámez, quien a empujones y golpeando a un guardia parlamentario le abrió el paso a varias personas que esperaban afuera.
Según testigos, el empleado del Congreso también fue agredido por una opositora a las reformas constitucionales y fue amenazado por el congresista. Confrontativo y a gritos, Galdámez negó todo a los periodistas que lo cuestionaron, pero indicó: “Cuando uno va al cine o al estadio, lo empujan”.
En tanto, afuera, varias personas con bocinas y mantas manifestaban su rechazo a las reformas. Una de ellas era Fidel Gabriel, quien al preguntarle por qué había llegado a la manifestación no supo explicar. “Venimos a ver si sale algo bueno para los campesinos… es que no sé que dice este cartel. Yo cargaba otro”, aseguró a Prensa Libre Gabriel, quien indicó haber venido desde Salamá, Baja Verapaz.
Otros, como la abogada Ana Lucía Alejos, utilizaron carné de Prensa para ingresar. Según la profesional, ella es directora regional de Nicaragua del medio TodaNoticia.com. Sin embargo, no se dirigió al área de medios, sino que fue en busca de congresistas como Fernando Linares para solicitarle que permitieran entrar a otras personas.
Ya cuando había dado inicio la sesión, la Directiva ordenó a la guardia que abriera el palco de visitas, pero solo se dejaría entrar a 80 personas, 40 de cada grupo, quienes fueron acomodados en alas separadas para evitar confrontaciones.
Diferente a otros días, no hubo gritos ni chiflidos contra los diputados que emitían su opinión, pero los opositores a las reformas aplaudieron cada vez que los diputados rechazaban las enmiendas al artículo que crea el Consejo de Administración Judicial, y al final, cuando se levantó la sesión por falta de quórum, entonaron el Himno Nacional.
Respecto a la agresión de Galdámez contra el guardia, el presidente del Congreso, Óscar Chinchilla, indicó que solicitaría un informe para verificar qué lo ocurrido, pero que independiente de los resultados volvería a hablar con los diputados para que respeten las disposiciones de Junta Directiva.
El jefe de FCN-Nación, Javier Hernández, indicó que primero vería si la supuesta agresión estaba grabada para verificar los hechos.
Debate
La sesión inició con la presencia de 120 diputados, pero ese número no duró mucho tiempo, debido a que varios se desmarcaban, aunque permanecían dentro del hemiciclo. Pese a ello, esta vez sí se discutió y avanzó en las reformas, aunque no se llegó a nada.
Como no ocurría desde hace varias semanas, los diputados pudieron plantear sus posiciones respecto al artículo en discusión. Incluso, Linares Beltranena tomó el micrófono durante 37 minutos. En ese tiempo detalló su oposición a la creación del Consejo de Administración Judicial.
De acuerdo con el legislador, este cuerpo colegiado podría convertirse en un cuarto poder.
El discurso extenso de Linares Beltranena fue tomado por varios diputados como una estrategia para retrasar la discusión.
Otros, como Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, trataron de explicar el espíritu del Consejo. “La intención es dividir las labores administrativas y judiciales que tienen en este momento los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Además ayudaría para que los nombramientos y ascensos se hagan por méritos”, detalló.
Asistencia
Mientras varios diputados trataban de plantear sus posiciones respecto al artículo 7 de las reformas constitucionales, otros, parecía, que entraron al juego del gato y el ratón, pues con el propósito de evitar el debate se desmarcaban del registro electrónico de asistencia, aunque permanecían dentro del hemiciclo, la mayoría del partido de gobierno y sus bancadas aliadas como el Movimiento Reformador (MR) y Alianza Ciudadana (AC).
“Tal vez se están saliendo porque ya se aburrieron de escuchar a los oradores”, justificó el jefe de FCN-Nación.
Hernández también aseguró que no puede tener el control de los diputados y que ellos pueden entrar y salir cuando lo consideren.
Finalmente, los congresistas entraron a votación, hecho que no ocurría desde hace varias semanas. Cuatro de seis enmiendas al artículo 7 fueron conocidas, y todas ellas rechazadas por los parlamentarios. En cada votación, los opositores que observaban desde el palco de visitantes manifestaban su complacencia con aplausos.
Según el jefe de la Unidad Nacional de la Esperanza, Orlando Blanco, durante la mañana de ayer los jefes de bloques consensuaron una enmienda que sería respaldada en el hemiciclo, pero esta ya no logró ponerse a votación debido a la intermitencia en la asistencia de los diputados, razón por la que el jefe del bloque Todos, Ramón Lau, solicitó la verificación del quórum. Debido a que no se contaba con más de 105 diputados presentes, la Directiva levantó la sesión.
Esta sería la última discusión de las reformas constitucionales durante el primer período de sesiones ordinarias.
Dependerá de la decisión de los jefes de bloques parlamentarios decidir si se convocará para continuar con el tema durante el receso parlamentario, que inicia el próximo 15 de mayo.