De acuerdo con el resultado, la confianza de los agentes económicos se mantiene en una franja de los 50 puntos, lo cual significa que, si el resultado se mantiene superior a esa cifra, es considerado aceptable; pero si está por debajo, no hay confianza en la economía (percepción) y en eso pueden influir diversos factores.
Por ejemplo, en enero este índice fue de 48.13 puntos, cuando se inició la convocatoria a elecciones generales; en febrero, 52.15% cuando la inflación (alza generalizada de precios en la economía) se sitúo en 9.92%; en marzo fue de 50.72 puntos; en abril, 50.27 puntos; en mayo, 50 puntos; en junio 53.89 puntos; y julio, 45.88 puntos, por debajo de la denominada zona de expansión.
Las autoridades monetarias, expusieron esta semana en una citación en el Congreso, que la proyección de crecimiento económico para 2023 es de 3.5%, e igual porcentaje para 2024, como valor núcleo o central, mientras que la inflación se situó en julio en 4.93%, dentro de la meta programada.
Los resultados
Según el detalle de la EEE, a la pregunta, ¿Cómo considera que evolucione el clima de los negocios en los próximos seis meses en comparación con los últimos seis meses?, el 11.8% respondió que empeorará; 70.6% consideró que se mantendrá igual y 17.6% dijo que mejorará. En tanto, el 76.5% afirmó que la economía no está mejor que hace un año y el 23.5% aseguró que sí.
Además, el 64.7% expuso que no espera que la evolución económica del país mejore en los siguientes seis meses, mientras que 35.3% restante afirmó que sí. Finalmente, el 82.3% opinó que no está seguro de efectuar inversiones por la coyuntura actual; el 11.8% dijo que es mal momento; y solo 5.9% respondió que es buen momento.
Lo cual significa que…
Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), afirmó que hay dos elementos importantes que se desprenden del reporte de julio: el primero es sobre la barrera psicológica de los 50 puntos, y lo que esa cifra revela es que si se está por encima es una respuesta más positiva que negativa y si se está por debajo, es que hay más respuestas negativas; y aunque se brinda información muy general, ese número conlleva una connotación importante y quiere decir que hay más personas que miran una perspectiva más negativa hacia futuro, de quienes lo está viendo de manera positiva.
En ese sentido, “simbólicamente los 50 puntos del Índice de Confianza de la Actividad Económica (lcae) es un punto de quiebre de las expectativas; hay un cambio de color y que el futuro no se ve tan blanco, sino negro. Lo más relevante, es que el indicador viene en caída constante desde hace siete meses, y se está acentuando un cambio de tendencia, luego de un periodo en el cual hace 24 o 12 meses, el índice mejoró y alcanzó máximos en 2022, pero ahora, de manera firme, el índice empieza a retroceder”.
A su criterio, si hay una tendencia de valores bajos, significa que hay un deterioro de las expectativas de manera constante y “darle vuelta” es algo que tampoco puede ocurrir fortuitamente y se requieren acciones concretas, sostenibles y creíbles para poder recuperarlas. Y si nada cambia, no hay razón para que índice pueda mejorar de manera significativa en el corto plazo.
El especialista opinó que los valores indicados están asociado al ambiente electoral, pues los últimos acontecimientos (judicialización de las elecciones) no se habían observado, lo que “en nada ayuda a cambiar las expectativas, alejar los miedos, fantasmas y temores en la población”.
Por otro lado, dijo que es muy natural que exista algún tipo de incertidumbre en la comunidad empresarial por el cambio de autoridades, pues puede haber cambios importantes en el manejo de la administración pública. A ello se suma la larga transición de un gobierno que va saliendo y uno entrante, más los problemas asociados a la infraestructura (hundimiento en Villa Nueva), en los puertos (APM Terminals- EPQ) y otros que generan una preocupación en la comunidad empresarial y no se sabe cómo terminará la situación.