¿Cómo vieron la participación ciudadana y los resultados de la segunda vuelta electoral?
Fue una participación pacífica; las personas salieron a votar y en lo personal me hubiera gustado observar un porcentaje más alto de participación, pero a pesar de todo, revisando los números, tenemos 3% arriba de participación mayor que hace cuatro años, lo cual indica que la gente si llegó a las urnas.
Muy contento de que la democracia en Guatemala sigue adelante y se ha demostrado que los ciudadanos tuvimos la oportunidad de votar, escoger a las autoridades y fue un resultado que no dejó dudas.
Ustedes hablaron sobre el respeto de los resultados, ¿hubo esa madurez?
Para empezar, que cuando uno tiene un tema tan importante como es una elección, y especialmente ahora cuando puede haber mucha desinformación, está la preocupación de los fiscales de mesa. Pero estos mostraron una gran madurez de ambos lados, y al analizar el porcentaje de impugnaciones, vemos que fue muy bajo.
El hecho de que los resultados de las mesas salieran muy rápido muestra que el número de impugnaciones por mesa fue muy bajo, lo que demostró madurez. Por supuesto, aún falta un poco más de comunicación de la UNE y esperamos que se haga más oficial.
¿Cuál es la visión del sector privado organizado respecto a las autoridades electas?
En primer lugar, y como indicaron los resultados de la I Encuesta Percepción Empresarial 2023, el tema eleccionario era algo que sí afectaba a las personas en su toma de decisiones de inversión. Este es un proceso electoral que no ha terminado, pero ya brinda cierta certeza a las personas porque les indican por donde van las cosas.
El otro punto es que, para los inversionistas internacionales, el hecho de que hubo elecciones en paz, brinda la certeza de que en Guatemala sigue habiendo democracia y se respetan los temas republicanos. Esto es independiente de quien haya ganado o no.
En particular, sobre las autoridades…
Respecto al binomio de Bernardo Arévalo considero que ellos ya tienen un plan de gobierno en el que se habla sobre temas de inversión, de una serie de medidas y acciones que permiten, sobre todo a los emprendedores, más oportunidades de salir adelante.
En una conversación con Arévalo le hicimos ver la importancia de todos los actores de Guatemala No se Detiene y dijo estar completamente de acuerdo, pues ese es el camino que se debe tomar; sus asesores lo conocen y ahí está plasmada una serie de propuestas, que pueden hacer muy interesante el manejo de los temas de inversiones.
Estamos con la expectativa, y la confianza en que todos los programas de Guatemala No se Detiene van a desarrollarse. Por supuesto, hay algunas partes que tendrá que conocer el Congreso, y esa situación es un reto interesante para el futuro partido oficial porque entiendo que no contará con una mayoría y deberá hacer alianzas que le permitan la aprobación de leyes.
Ahí nos corresponderá, a todos los actores, apoyar para buscar que los otros partidos políticos se sumen para las cosas que son buenas para Guatemala.
¿Qué esperan en cuanto a un plan y modernización de la economía?
Las cosas que se han hecho bien, deben seguir así. En una entrevista en Guatevisión hacía mención de buen trabajo que se ha hecho en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y ellos están conscientes de que eso continúe. Y entonces, eso a él (el presidente electo) le brindará en buena medida los recursos que pueda necesitar, sin necesidad de incrementar tarifas fiscales con base en que el país está llegando al pago de impuestos por medio de un gobierno digital.
No vemos cambios en autoridades del Banco de Guatemala o en la SAT. En todo caso, las nuevas autoridades se tendrán que acoplar un poco a las realidades, y nosotros, al igual que muchos otros actores de esta sociedad, apoyaremos y trataremos de encontrar soluciones para que se puedan lograr los objetivos.
Entonces, ¿Guatemala No se Detiene sería el programa económico a impulsar?
Por ahí; y no vamos a inventar “el agua azucarada”. Si ya se inyectaron recursos al contratar a una empresa que dice en cuáles puntos Guatemala puede convertirse en un país competitivo, la idea es permitir la continuidad de ese programa, pues no pelea para nada con los planes de gobierno que ellos traen, y solo es una cuestión de encajar una cosa con la otra.
A su juicio, ¿qué objetivos son fundamentales para generar un clima de negocios e inversión?
Lo primero es la certeza jurídica, eso es importante y clave; lo segundo es que existan condiciones favorables en el país, y aquí me refiero a indicadores, como: inflación, tasas de interés, crecimiento del PIB, y todos aquellos que vayan en la dirección debida. Creemos que el gobierno deberá encontrar el equilibrio en los cambios que quisiera hacer, sin afectar las condiciones para que los inversionistas quieren venir al país.
¿Qué podríamos esperar en los primeros seis meses de un nuevo gobierno?
A mi criterio, mucho va a depender de cómo aproveche Arévalo estos cinco meses que tiene de septiembre hasta enero, un período de transición no solamente para que el presidente Alejandro Giammattei le traslade a él lo que tiene que entregarle, sino para que converse su plan de gobierno con los distintos sectores y lograr un consenso de gobernabilidad para Guatemala.
En la medida en que lo logre, del 14 de enero en adelante podrá implementar los planes que realmente quiere. Y soy optimista en que esos consensos se pueden lograr en estos cinco meses.
¿Quién debe llamar a este consenso de gobernabilidad?
Bernardo Arévalo. Él es quien sabe quiénes son esos actores importantes para lograr la gobernabilidad y en mi opinión, tal vez son otras fuerzas políticas a las que no se está acostumbrado. Por ejemplo, los 48 cantones de Totonicapán. Hay que unir a las fuerzas importantes para entenderlas e ir encontrando ese consenso, que implica abordar cosas en las que todos estemos de acuerdo y se conviertan en un mínimo común denominador.
El partido Movimiento Semilla siempre planteó el tema de una Guatemala sin Cacif, ¿qué opina ahora?
Lo digo de esta manera y ayer venía escuchando una entrevista a Arévalo. Él decía que estaba muy contento de ver todas las banderas de Guatemala que salieron a la calle.
Uno sale con una bandera a las calles cuando va por un equipo de futbol; y voy por el equipo de Guatemala como mi país. Entonces, hay un poco de lo que decía, “ya hoy la bandera que tengo no es de Semilla, sino que es la bandera de Guatemala”.
Desde ese punto de vista, yo creo que es consecuente él con lo que se conversa y por supuesto, una cosa es lo que soy yo como partido, y otra es que se tiene que interactuar con toda la sociedad. Esa interacción implica que lo hago por Guatemala, y no necesariamente por un partido.
Entonces, yo tengo confianza en que podemos platicar y sobre lo que se ha comentado sobre un futuro sin Cacif, habrá momentos en los que nosotros podremos empezar a mostrar qué es Cacif realmente y eso será parte del trabajo que nos corresponderá.