La inseguridad, subrayan, está íntimamente ligada a la impunidad ya que esta motiva que se produzcan diversas formas de violencia cuando no hay castigo.
Por esa razón consideran que el primer paso que deben adoptar las próximas autoridades es reducir los niveles de impunidad, lo cual se da con una adecuada investigación criminal y una buena coordinación entre los entes que tienen a su cargo la seguridad y justicia del país.
Para Sandino Asturias, coordinador del Centro de Estudios de Guatemala, parte del Foro de Organizaciones Sociales especializadas en Seguridad, también hace falta implementar políticas de prevención de la violencia y del delito y terminar con la “política que promueve las capturas” y con ella los “ingresos inútiles” a las prisiones. Asimismo, echar a andar planes de despistolización ya que vivimos en una “sociedad violenta y armada” en donde “no hay ningún control”.
El coronel retirado Mario Mérida, analista en temas de seguridad y defensa, coincidió en que las extorsiones, el sicariato, los asaltos y los robos en viviendas están generado incertidumbre en la población, y en ese sentido considera que la apuesta de las autoridades debe ir encaminada a generar más presencia policial disuasiva en las calles.
Sin embargo, este incremento de oficiales policiales —algunos de los cuales, incluso, que podrían trabajar encubiertos—, no debe darse sin antes efectuar un trabajo de inteligencia que determine los puntos estratégicos en dónde se producen los crímenes, muchos de los cuales son recurrentes en lugar, día y hora.
A juicio de Mérida, las instancias agrupadas en el Sistema Nacional de Inteligencia deben proveer herramientas, datos e información para advertir amenazas, vulnerabilidades y riesgos en materia de seguridad.
Cárceles
Los analistas también identifican al sistema carcelario como otro de los lastres del país en materia de seguridad, y la falta de aplicación de la Ley del Régimen Penitenciario y el que no existen procesos de rehabilitación, que bien implementados reducirían el hacinamiento en las prisiones.
“De nada servirá llenar las cárceles si no van a tener un sistema real de rehabilitación”, expuso Asturias.
Mérida agregó que es necesario clasificar a los reos, por ejemplo, para evitar que quienes están en prisión preventiva estén en cárceles de cumplimiento de condenas.
El sistema carcelario, agrega el coronel en situación de retiro, debe ser abordado no solo desde la óptica del Ministerio de Gobernación, sino del sistema de justicia, camino que lleva al Congreso de la República que tendría que generar una ley integral para manejar el sistema carcelario.
Pero los candidatos han enfocado sus baterías en ofrecer acciones que van desde terminar con las maras, construir cárceles de máxima seguridad y sacar al Ejército a las calles, hasta emular las prácticas del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
Algunos también proponen crear una policía preventiva, comunitaria y con mayor énfasis en el resguardo del turismo, así como métodos cibernéticos como cámaras inteligentes que puedan captar las placas de los vehículos y el rostro de alguien que cometa un delito o establecer si tienen orden de captura.
Esta información sería analizada por un “megacentro de comando” para enviar patrullas y personal policial de inmediato.
Para Ronaldo Leiva, exministro de la Defensa y analista en temas de seguridad del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), sacar al Ejército a patrullajes podría ser una opción, aunque reconocer que lo ideal es que también tuviera la facultad legal de hacer capturas. En este punto, reconoce que una propuesta de ese tipo necesitaría reformas, incluso constitucionales.
En 2018, luego de 18 años en apoyo a la Policía Nacional Civil (PNC), después de la firma de los Acuerdos de Paz, el presidente Jimmy Morales, ordenó retirar a las tropas del Ejército de 30 municipios que eran considerados como los más violentos, entre ellos la capital, con el argumento de que la Policía ya había adquirido nuevas capacidades y su número de efectivos ese año alcanzó los 40 mil.
Carlos Menocal, exministro de Gobernación, afirma que se deben fortalecer las fuerzas policiales mediante una reforma policial y mejorar la investigación criminal porque es la única forma de reducir la incidencia criminal y desmantelar las estructuras criminales.
“En los delitos en contra del patrimonio es donde se ven más afectados los guatemaltecos, constantemente está amenazado cuando anda en la calle porque le roban su teléfono, su billetera y con más investigadores se va a reducir esa incidencia”, sostiene.
Para reducir las extorsiones, Menocal propone capacitar a más personal y que se trabaje con fiscalías especializadas.
Faltan propuestas
Los analistas lamentan que, de los candidatos, no se escuchan propuestas integrales para luchar contra los problemas de inseguridad que golpean al país y más se centran en propuestas que “populistas y demagógicas”.
“Todo lo ofrecen resolver sacando al Ejército a las calles, incrementando las penas, convirtiendo las maras en terroristas y encarcelando a los menores de edad”, lamenta Asturias.
Mérida añade a esas propuestas “populistas” hablar de la pena de muerte, que “no resuelve nada en particular”, así como ofrecer las políticas que implementa Bukele en El Salvador, ya que entre ambos países “hay enormes diferencias”.
