Luego del 25 de junio, día de la elección, nueve agrupaciones políticas presentaron un amparo en la Corte de Constitucionalidad (CC) que buscaba que se llevaran a cabo de nuevo las audiencias de revisión de escrutinios por supuestas irregularidades.
Fue otorgado de manera provisional, por lo que del 4 al 6 de julio se congregó a los miembros de las 24 juntas electorales departamentales (JED) y de voto en el extranjero para que junto con los fiscales de cada partido volvieran a revisar las actas.
El cómputo de votos para algunas de las agrupaciones se modificaron; sin embargo, no de manera sustancial, con lo cual los resultados quedaron casi de la misma manera que los preliminares. El pleno de magistrados del Tribunal Supremo Electoral aun debe de recibir el documento 8, que contiene el cierre final del escrutinio, de todas las JED y después conocer los recursos de nulidad.
En cuanto a los candidatos a la Presidencia, de manera preliminar quienes más votos obtuvieron son, el binomio de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y de Movimiento Semilla.
Retos
Hasta que los resultados no sean oficializados, los binomios que irán al balotaje no pueden hacer campaña electoral. La segunda vuelta se desarrollará el 20 de agosto, es decir que tendrán menos de 40 días para convencer a los votantes.
Esto representa retos para ambas agrupaciones, explican analistas.
Debido a que la situación actual no había ocurrido con anterioridad “eso no da margen de comparación o de identificación de cuales podrían ser los riesgos de un menor tiempo de campaña”, señaló el politólogo y catedrático universitario, Ricardo Barreno.
De acuerdo con su opinión, las agrupaciones deben de identificar los distritos donde obtuvieron la menor cantidad de votos y evaluar las estrategias de comunicación, acercamiento territorial y las alianzas que buscarán.
De la misma manera, José Echeverría, presidente del Movimiento Cívico Nacional (MCN), comentó que el tiempo reducido de campaña puede afectar a ambos partidos. “Yo no veo tan claro a quién pudiera afectar porque, si bien los niveles de conocimiento puede que sean diferentes, también el antivoto de los candidatos es diferente”, indicó.
Según la Encuesta Libre, publicada el 22 de junio, Sandra Torres de la UNE se enfrenta a un 34.8 por ciento de antivoto y un conocimiento del 99.5 por ciento. Mientras que Bernardo Arévalo contaba con un 27 por ciento de conocimiento. En su caso su antivoto no representaba más del 1%, cuando se hizo la medición entre el 5 y el 14 de junio de 2023.
“La historia nos ha demostrado el costo electoral que tiene un alto antivoto y eso creo que lo ha aprendido Torres, pero también Semilla tendrá que ir identificando como es que puede llegar a tener mayor presencia un candidato con un relativo nivel de conocimiento”, manifestó Barreno.
Diferencias
El analista resaltó que hay un desequilibrio en cuanto a la capacidad territorial y el posicionamiento que tiene Semilla en comparación con el de la UNE, lo cual podría darle ventaja a este. Además, el partido ha participado más veces en procesos electorales.
“Para una organización nueva como Semilla, cuya experiencia electoral a nivel presidencial es nueva en cuanto a una segunda ronda, esto sí podría limitarlo por la capacidad de presencia de conocimiento que puede tener en áreas en donde no obtuvo el voto”, especificó.
En esa misma línea, la politóloga Ligia Blanco, compartió que Semilla no tiene toda la maquinaria y presencia de la UNE por lo que deben de aprovechar el tiempo que tengan para darse a conocer más.
“Semilla creo que para llegar a un mayor conocimiento de la población van a tener menos tiempo, sin embargo, creo que indirectamente lo que está sucediéndoles les está dando bastante más visibilidad y eso es positivo para ellos”, recalcó.
Un aspecto destacado por Barreno es que ambas agrupaciones deben de identificar sus ventajas y desventajas en términos competitivos para identificar las estrategias que les pueden funcionar mejor.
“Deberán tener mucha precisión en cuanto a la estrategia que utilizarán”, puntualizó el politólogo.
Aunque aún no pueden hacer campaña porque ni siquiera se han oficializado los resultados, tanto Torres como Arévalo han hecho apariciones en medios, lo cual a criterio de Echeverría es una decisión correcta.
“La ciudadanía tiene derecho a conocer las posturas sobre determinados temas por parte de los candidatos, y los medios de comunicación de entrevistarlos”, mencionó.
Asimismo, comentó que es importante que los resultados se oficialicen lo más pronto posible “para generar esa certeza, para que exista una segunda vuelta el 20 de agosto y pueda haber la campaña necesaria”.
Redes sociales
Blanco destacó que Semilla priorizó la campaña en la primera vuelta en las redes sociales, lo cual para ella, aunque sean pocos días, en esta segunda campaña tendrá impacto.
Echeverría señaló que “las redes sociales se han vuelto de alguna forma como ese foro público los mismos usuarios de redes comentan acerca de los candidatos de la posibilidad de sus planes o de sus propuestas o posturas”.
Tales comentarios y reacciones que causen en los usuarios de redes se salen del control de los candidatos.
Barreno sugirió a las agrupaciones estudiar en qué rango etario se encuentra su voto duro para emitir los mensajes correctos en las plataformas donde se encuentra ese público.
Además, aconsejó que cuiden los contenidos que compartirán, sobre todo en Tiktok. “Va a ser importante el reconocer que la delgada línea entre la ridiculización política y el posicionamiento político es muy estrecha”, subrayó.
Según su análisis, en este proceso los ciudadanos parecieran tener mayor nivel de seriedad lo cual puede derivarse del descontento con la clase política, por lo que caer en la ridiculización representaría perder votos.
“La ciudadanía queda bastante desgastada en cuanto a intención de voto, confianza institucional y certeza del proceso a raíz de esta segunda revisión de actas”, advirtió Barreno.
