La semana pasada, Lejárraga sustituyó a Hermann Girón, en la dirigencia del sector privado organizado y esta es parte de la entrevista;
¿Cuál es la visión del sector privado organizado respecto a las próximas elecciones?
La visión que tenemos, y lo que nosotros buscamos, es que realmente en Guatemala se celebre un proceso electoral en el que todas las personas puedan ser electas y elegir; en ese sentido, poco a poco va caminando en el proceso.
Sin embargo, nos preocupa que todavía hay ciertas circunstancias que se deben resolver con varios de candidatos y sobre todo, con aquellos que muestran los mayores porcentajes de posibilidad de votos, según las encuestas que se han podido ver. Por lo que considero importante que esta situación se resuelva de una vez por todas, ya sea en la Corte Suprema de Justicia o en la Corte de Constitucionalidad, y me refiere a todos los candidatos en general.
¿Qué expectativas hay sobre el desarrollo de la campaña?
El punto principal sigue siendo que todos tengan esa libertad de poder hacer su campaña, porque ya tienen claro quién puede ser candidato o no y esa es la principal preocupación que hemos tenido. Sostenemos que, de alguna manera, ese panorama debe terminarse de aclarar y resolver. Hace algunos días hicimos una declaración en la que indicábamos a las autoridades que tienen una gran oportunidad de apoyar para que este proceso sea cristalino y camine bien.
O sea, primero se tiene que despejar esa parte…
Así es. A nivel del Tribunal Supremo Electoral (TSE) ya tiene los recursos y los contratos para ir caminando con lo que se requiere en términos de logística y lo necesario para que las elecciones puedan funcionar bien, técnicamente.
Nosotros tenemos el Programa de Observación Electoral (Proe) del sector privado organizado y este será el séptimo proceso en el que participará, por lo que está activo para buscar que todo camine bien, tanto en la parte de los candidatos, como en la de funcionamiento en general del órgano electoral.
¿Cómo han analizado el ánimo del electorado?
En lo personal, creo que estamos ante un cambio sobre cómo las personas accionan a sus autoridades. Por supuesto, ahora se tienen las redes sociales y la gente opina muy fuerte y rápido en esas redes, quizás principalmente la gente joven; lamentablemente, en el padrón que se tiene, las personas jóvenes son las más ausentes.
Me hubiese gustado haber más jóvenes ahí, porque cuando uno ha elegido a una autoridad, en cierta medida es responsable de lo que en este país suceda con esas autoridades. Debemos elegir correctamente a las autoridades que queremos, pero eso es difícil cuando no se vota; el asunto es que se critica y lo importante es hacer ambas cosas.
¿Hay alguna propuesta que Cacif vaya a presentar a los aspirantes?
Hay programas que se han venido trabajando ya en el pasado; uno de ellos y para el que esperaríamos que exista una continuidad es el de Guatemala No se Detiene, pues son varios convenios firmados por el sector privado organizado (no necesariamente de Cacif) y el gobierno actual.
Eso debe continuar, pues se trata de iniciativas muy buenas, que han sido desarrolladas por personal experto, y desde ese punto de vista quisiéramos que las líneas que llevan desde los aspectos económicos y sociales se desarrollen con Guatemala No se Detiene.
¿Cómo considera que será el proceso de transición política?
El sector privado ha tenido una relación muy buena con el gobierno actual, sobre todo desde el punto de vista de asuntos económicos y por el hecho de que las calificaciones de riesgo han mejorado recientemente, creemos que la perspectiva económica está bien y que habrá un proceso bastante razonable y pacífico de traslado a las siguientes personas que se elijan.
En general, ¿cómo perciben ustedes el clima de negocios en el país?
Las condiciones económicas que actualmente hay en Guatemala permiten que de alguna forma se sigan haciendo negocios. No consideramos que pueda haber un año tan bueno como el 2021 y 2022, después de la pandemia, cuando hubo un repunte de la economía, pero no va a ser un mal año, definitivamente.
En años electorales, siempre se tiene inversión de capital, aunque cada vez sea menos. Ahora observamos inversiones fuertes que han venido a Guatemala, lo que es un buen reflejo de que las personas están consciente de que las condiciones económicas en el país están bastante bien.
¿Son condiciones aceptables?
Si, y ya se están observando temas como una disminución de la inflación, por lo que vamos bien en ese sentido.
¿Qué opina sobre variables como el tipo de cambio y tasas de interés, entre otros?
Sobre el tipo de cambio, no visualizo un comportamiento al alza, a pesar del nivel de la inflación y sobre todo, porque los precios de los productos guatemaltecos de exportación están a niveles históricos y muy buenos.
Por otra parte, las remesas familiares siguen siendo una inyección fuerte de capital para la economía y ese indicador no ha bajado; si así fuese, habría un problema con el tipo de cambio.
Respecto a las tasas de interés, considero que en el mercado de Guatemala hay una buena liquidez. Las autoridades, de una forma bastante madura, han estado observando no solo el entorno local, sino el internacional, y sobre esa base, las tasas todavía están al alza.
Pero eso no responde a circunstancias dentro del país, sino al entorno que nos rodea; es decir, no es lo mismo que en Estados Unidos se ofrezcan tasas del 1% o 2%, y en Guatemala, 4% o 5%, y ahora se sigan ofreciendo las mismas tasas. Cuando allá (EE. UU) se tenga un nivel de 7%, las autoridades tendrán que intervenir, para que no exista fuga de capitales; pero tampoco lo veo, porque las condiciones económicas del país están muy buenas.
¿Observa una disminución de la inflación para los próximos meses?
Nosotros tenemos una inflación importada, así que eso dependerá un poco de lo que suceda con el petróleo, que es lo que afecta bastante esa situación, lo que está fuera de nuestro control.
Del tema geopolítico con China, ¿qué piensa?
En lo personal, considero que nosotros ya tenemos un comercio con China continental muy fuerte, que no se ha visto afectado por el hecho de que tengamos una relación diplomática con Taiwán. El país ha tomado la decisión de apoyar más a Taiwán, pero desde una perspectiva económica, no veo que haya una gran diferencia en este momento entre lo que tenemos y lo que se podía hacer teniendo relaciones con China. Y con Taiwán se ha mantenido una relación que, a mi criterio, podemos sostener de alguna manera.
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