En 2019, la participación de la población para elegir binomio presidencial y diputaciones distritales estuvo entre el 57.25 al 57.28 por ciento. La Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y el desaparecido partido Unión del Cambio Nacional (UCN) fueron quienes concentraron la intención de voto para ambas elecciones.
En tanto que los partidos Frente de Convergencia Nacional-Nación, Todos y URNG-Maíz obtuvieron entre el 5.63 al 8.71 por ciento, lo que les permitió que cada agrupación política tuviera un representante dentro del Legislativo.
El repartimiento en familia
Sofía Hernández es actualmente diputada del Congreso. Fue electa por primera vez en 2011 con el desaparecido Partido Patriota (PP), cuatro años después ganó con la agrupación Libertad Democrática Renovada (Líder), que impulsaba a Manuel Baldizón como presidenciable.
En el proceso de 2019 se postuló con UCN, encabezado por Mario Estrada, sentenciado en Estados Unidos por narcotráfico. Hernández en la actual administración se convirtió en una de las principales aliadas del oficialismo, lo que la convirtió en la coordinadora del partido oficial, Vamos, en Huehuetenango.
Para EE. UU. Hernández forma parte de un grupo de congresistas implicados en “corrupción significativa y obstrucción de investigaciones”, motivo por el que fue sancionada por el gobierno norteamericano. Para estas elecciones ocupa la tercera casilla del distrito de Huehuetenango; el primer lugar lo cedió a su hijo Érick Geovany Martínez, electo en 2019 también con la UCN.
“Ellos tienen el control y la inversión pública desde los Consejos Departamentales hasta los ministerios en todo el departamento” declararon varios diputados opositores.
Pero Hernández no coordina sola Huehuetenango, lo hace junto al actual congresista Joel Rubén Martínez, electo por primera vez en 2003 y desde entonces retiene un escaño.
Martínez llegó con el Partido de Avanzada Nacional (PAN), pero en 2015 se postuló con Líder, luego ganó la diputación con FCN-Nación y ahora ocupa la segunda casilla con el partido Vamos. Su hijo, Christian Joel Martínez, va en el cuarto puesto.
Un tercer actor es la familia Arreaga. Mirza Judith Arreaga Meza ha estado en el circulo político desde las elecciones de 2003, cuando ganó por primera vez como diputada con la UNE, y repitió con la misma agrupación en las elecciones de 2007 y 2011.
En 2015 no participó porque fue denunciada por tráfico de influencias; el entonces ministro de Desarrollo Social Édgar Leonel Rodríguez dijo que ella ejerció presión para que se adjudicarán contratos al Fondo de Desarrollo Social.
Aunque ese año no se postuló, sí lo hizo su hija Karla Betzaida Cardona Arreaga, con el partido Líder. En 2019 Arreaga Meza volvió al Congreso, esta vez con la UNE, y para estas elecciones ocupa la primera casilla con el mismo partido político.
Mirza Arreaga dejará el Congreso en 2024 y busca la alcaldía de Aguacatán. Su hermana se postula por primera vez, en la casilla seis de la UNE.
Pero la familia Arreaga pareciera que hizo una alianza y sectorizó el departamento con Martín Nolasco Segundo, quien busca su primera reelección.
Nolasco es conocido por ser coyote en el departamento, ese señalamiento también lo alcanzó en el Legislativo. El actual congresista es quien domina la región norte, integrada por ocho municipios: Santa Cruz Barillas, San Mateo Ixtatán, San Miguel Acatán, San Rafel La Independencia, San Sebastián Coatán, Santa Eulalia, San Pedro Soloma y San Juan Ixcoy.
Un cacique más pretende regresar al poder legislativo: Julio César López Villatoro, un antiguo militante del desaparecido Frente Republicano Guatemalteco (FRG).
En 2021 López Villatoro fue capturado luego de estar prófugo de la justicia, sindicado del delito de financiamiento electoral no registrado; además, tenia un caso sobre plazas fantasmas en el Congreso.
En 2004 tomó posesión como diputado electo por el FRG, en 2007, 2011 y 2015 ganó con la UNE. En 2019 ya no participó, pero sí lo hizo su hijo, Julio César López Escobar con la UCN.
En estas elecciones los dos —padre e hijo— ocupan las primeras posiciones de candidatos a diputados con el partido Cabal, de Edmond Mulet.
Tácticas y recursos
“En Huehuetenango, igual que todo el país, el partido oficial hace uso de los recursos del Estado para hacer campaña”, declaró el diputado de URNG-Maíz, Walter Félix, quien busca su quinta reelección.
De acuerdo con el legislador, algunas organizaciones están siendo financiadas con recursos de dudoso origen, por lo que partidos políticos como el que representa no pueden competir en todo el departamento.
Julio Ambrocio, actual alcalde de San Pedro Necta, Huehuetenango, presentó su expediente para inscribirse como diputado distrital, pero su candidatura fue rechazada aparentemente no renunció como jefe edil.
El alcalde participa ahora con el partido Valor y asegura que su bloqueo para participar fue derivado del oficialismo porque “ellos tienen ahora dinero para poderse postular”.
Para el constitucionalista y exdiputado del Congreso de la República, Roberto Alejos, el problema es que el sistema de partidos políticos ya colapso. En distritos grandes, como el de Huehuetenango, ha permite que grupos familiares se dividan el distrito para que puedan entrar siempre los mismos.
“Tienen el poder, el equipo y el financiamiento, entonces, los partidos los buscan” refirió Alejos.
El exconstituyente explica que en años anteriores alguien que llegaba como diputado había iniciado como alcalde, quizá era gobernador y comenzaba a buscar los espacios políticos; ahora es diferente, los hijos de esos candidatos ya pasan directamente a lanzarse como diputados
Para este artículo se buscó la opinión de los diputados Hernández, Arreaga y Villatoro, pero no respondieron ni los mensajes ni las llamadas telefónicas, luego de informarles sobre el tema.