“Yo espero que Consuelo Porras renuncie el día que yo tome posesión y se lo voy a reiterar”, enfatizó el miércoles Arévalo, al ser cuestionado sobre cómo visualizaba el escenario de gobernar con la fiscal general aún al mando de la Fiscalía.
Las acciones de la Fiscalía, que incluyeron el secuestro de resultados electorales y acusaciones penales contra Arévalo, provocaron que durante más de tres meses los pueblos indígenas se manifestaran.
Arévalo dijo este viernes que la Corte de Constitucionalidad (CC) fue clara en su resolución que dicta que se debe garantizar la toma de posesión de todas las personas que fueron electas en los comicios del año pasado.
EN ESTE MOMENTO
“La CC fue clara y ya llegado el 14 de enero empezaremos a tomar medidas, vamos a reunirnos con la fiscal general para pedirle la renuncia”, dijo este viernes Arévalo.
De acuerdo con el equipo de comunicación del binomio presidencial electo, la reunión será solicitada “lo antes posible” y señalaron que cuando eso suceda se compartirá la información referente al encuentro.
Respecto a si la reunión se efectuará antes de la toma de posesión, se informó que “de momento, no. La reunión se pedirá en cuanto la agenda lo permita, pero esta semana se tiene agenda llena”.
“Están desesperados”
El pasado miércoles Arévalo aseguró a EFE que quienes intentan un “golpe de Estado” “están desesperados” a pocos días de su investidura.
“Los golpistas van a seguir intentando cualquier cosa, pero están desesperados. Saben que se les termina el control y saben que vamos a iniciar a exponer las cosas que han hecho en sus cargos”, indicó Arévalo de León durante una entrevista con EFE en su oficina.
Sobre la incertidumbre que ha existido en los últimos meses por un posible “golpe de Estado”, el presidente electo respondió que “no hay lugar a dudas” al respecto, y que las recientes resoluciones de la CC son contundentes en cuanto a la defensa de la decisión expresada en las urnas el año pasado.
A criterio del presidente electo, Guatemala “está en deuda” con los pueblos indígenas que se pusieron “a la cabeza de una resistencia al golpe de Estado y de rescate de la democracia. También se sumaron distintos sectores que aportaron, a su manera, en contra de los intentos de las instituciones cooptadas”.
El proceso de transición de Arévalo al poder ha sido inédito, debido al acompañamiento internacional que ha recibido de parte de entidades como el Gobierno de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La expectativa de la población guatemalteca sobre el Gobierno entrante recae principalmente en la capacidad que Arévalo demuestre para cumplir su promesa de atacar frontalmente la corrupción y detener el deterioro democrático que el país ha sufrido en las últimas administraciones públicas.
“Combatir la corrupción es lo más trascendental porque es la causa por la que estamos en la cola de los índices de desarrollo de la región y tenemos que rescatar las instituciones públicas”, concluyó el presidente electo.