?No hubo mayores logros en 2002?, resume la diputada Nineth Montenegro, de la Alianza Nueva Nación.
Manolo Vela, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, considera que la situación del Ejército no variará ?mientras el poder político lo considere su aliado?.
Dinero a granel
Hasta la tercera semana de diciembre, el Ejército había gastado alrededor de Q3.49 millones diarios, de un total anual de Q1,240 millones.
Esa suma rebasa lo establecido en los acuerdos de paz, porque el gasto militar no debía sobrepasar el 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto.
?Ese abultado presupuesto no es para la institución, sino para otros fines?, asegura Héctor Gramajo, ministro de la Defensa en el gobierno de Vinicio Cerezo. ?Existe falta de transparencia, porque el Ejército se ampara en la Constitución para no decir en qué gasta?, indica Julián Camarero, experto de la Misión de las Naciones Unidas en Guatemala, Minugua.
A mediados de noviembre, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, lamentó la abundancia financiera en el instituto castrense. ?Absorbe recursos excesivos, ocupa roles que deberían ser asignados a civiles y es lento el cambio de la doctrina y el despliegue contrainsurgente?, resaltó Annan.
Sin reducción
La institución armada terminó el año sin mayores novedades en su estructura humana, la cual integran 31,106 hombres, entre oficiales, estudiantes y especialistas, según el ministro Robin Macloni Morán Carranza.
Las fuerzas están distribuidas en alrededor de 17 bases y 60 cuarteles. Eso las define como las mayores de toda Centroamérica.
Todo apunta a que el otro año serán desmovilizados unos seis mil efectivos y hasta 20 cuarteles, según promesa de Morán.
Presión de EEUU
En octubre, Francisco Ortega Menaldo, Jacobo Salán y Napoleón Rojas habrían perdido su influencia en el Ejército. A los tres oficiales de baja se les sindicó de ordenar los relevos y retiros en el Ejército.
Eso ocurrió luego de que EEUU asegurara que ?los cabecillas del tráfico de drogas tienen vínculos estrechos con los más altos niveles de Gobierno?.
Estos, según Otto Reich, en ese entonces secretario de Estado Asistente para el Hemisferio Occidental, influyen (…) en los nombramientos de personas en los institutos militares y el Ministerio de Gobernación?.
El trío de oficiales generó tales sospechas que el Ministerio Público decidió investigarlos, lo cual fue bien recibido por EEUU.
Analistas dicen que en 2003, el Ejército debería mantenerse al margen de las disputas políticas, para concentrarse en su modernización, lo cual es exigido dentro y fuera de Guatemala.
No ha habido mayores progresos
Desde que fueron firmados los acuerdos de paz, ha sido casi nulo su cumplimiento por parte de las fuerzas armadas.
Héctor Gramajo, ministro de la Defensa 1986-90: ?Los acuerdos de paz establecen el tipo de institución armada que necesita el país. Para que se avance, es necesario que el Congreso apruebe la ley de defensa y seguridad?.
Manolo Vela, investigador de Flacso: ?El tema del esclarecimiento histórico sigue siendo sensible, porque el Ejército no ha querido asumir su papel en la violencia que vivió el país durante el conflicto armado?.
Julián Camarero, experto de Minugua: ?No se ha avanzado en el tema de la enseñanza castrense ni ha habido progresos en el punto de la inteligencia militar. Además, el Ejército ha retomado las labores de patrullaje?.
Evaluación 2002
3.4 millones de quetzales fue el promedio diario que las fuerzas armadas gastaron a lo largo del año para sostener a 31,106 personas.
77 instalaciones militares existen en el país. Para el próximo año se tiene previsto desactivar 20.