Historias como esta son frecuentes en el Guatemala, donde las cifras de muertes maternas siguen siendo muy altas, señalan expertos.
Otro caso es el de Angelina Saloj Piló, de 30 años, de Chaquijyá, Sololá, quien falleció el 15 de septiembre último cuando era trasladada del hospital nacional local al Hospital Roosevelt, en la capital. Familiares aducen que hubo negligencia médica, pero Sheyli Laparra, directora del hospital de Sololá, dijo que el bebé murió antes de nacer y la madre sufrió un paro cardiorrespiratorio.
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La Organización Mundial de la Salud define la defunción materna como la muerte de una mujer mientras está en su etapa de gestación o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo.
Mirna Montenegro, secretaria técnica del Observatorio en Salud Reproductiva (Osar), señaló que pese a la entrada en vigencia de la Ley de Maternidad Saludable, en el 2010, las muertes maternas no disminuyen, pues solo este año se registran 281 casos, de los cuales 53 eran menores de 19 años, de ellas una niña de 13 víctima de violación.
Agregó que Huehuetenango, Alta Verapaz, Quiché y San Marcos registran el mayor número de casos, muchos de multíparas —más de un embarazo—, indígenas y analfabetas víctimas de la pobreza.
“La muerte materna es multicausal, pero es preocupante que el 54% ocurre por hemorragias y el 20% por hipertensión inducida por el embarazo —preeclampsia y eclampsia—. En el caso de la hemorragia tiene que ver la lejanía en que viven las comunidades y los malos caminos que utilizan para llegar a un centro asistencial”, enfatizó Montenegro.
Lamentó el cierre de varias Casas Maternas que formaban parte del programa estratégico para la reducción de la muerte de madres por parto en el país, de las cuales funcionaron 40, y en la actualidad solo atienden ocho.
El Osar, en un boletín describe que la muerte materna es considerada una expresión de la condición social inequitativa de las mujeres y del débil funcionamiento de los sistemas de salud. Es una grave violación de los derechos humanos, un problema que afecta a la sociedad en general.
El Ministerio de Salud informó que hasta el 10 de septiembre último se registra el fallecimiento de 160 mujeres en estado de gestación, mientras que en el 2015 fueron 337 y en el 2014, 348.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2014 (Encovi) establece que en Quiché dos de cada tres partos son atendidos por comadronas, mientras que en Huehuetenango y Alta Verapaz poco más del 62%.
Según el Osar en el país hay 25 mil parteras con carné del Ministerio de Salud, que atienden el 35% de los partos a escala nacional, pero en el caso de departamentos grandes como Huehuetenango el 80% son a través de ellas, y el resto por personal de Salud.
El Fondo de Población de Naciones Unidas establece que Guatemala ocupa el cuarto lugar en América Latina en cuanto a muertes maternas, con 113 casos por cada cien mil habitantes —cifra del 2013—; por debajo de Haití —380—, Bolivia —200— y Honduras —120—.
La situación se contrasta con los 479 mil 138 casos de morbilidad materna en el país del 2009 al 25 de abril del 2015 que reporta el Sistema de Información Gerencial de Salud (Sigsa) del Ministerio de Salud. En ese mismo período, el Sigsa reporta 454 mil 425 embarazos en menores de 19 años, de los cuales 12 mil 970 son de menores de 14.
situación alarmante
En Alta Verapaz y Huehuetenango, departamentos con mayor número de población, suman 82 casos de muertes maternas, que representa el 29.18% de la cifra a escala nacional. En Quiché, se reportan 35 casos.
Ana Elena Casillas Macario, encargada del programa de Salud Reproductiva del Área de Salud de Alta Verapaz, informó que este año se registra la muerte de 43 mujeres en estado de gestación, situación que inquieta, pues están a punto de superar los 49 casos del 2015.
“Nos preocupa porque faltan cuatro meses para finalizar el año y la tendencia es que vamos a sobrepasar los datos del 2015”, dijo Casillas.
En Huehuetenango, Aura Mendoza, delegada del Osar, expuso que solo en el primer semestre del 2016 suman 39 muertes maternas, un alto porcentaje en hospitales distritales y el regional.
Añadió que han documentado testimonios de mujeres que llegan a los nosocomios con la esperanza de ser atendidas de inmediato luego de haber sido manipuladas por comadronas, pero sus casos no son considerados como emergencia.
Silvia Xinico, presidenta de la Alianza Nacional de Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud en Chimaltenango, lamentó las siete muertes maternas que se registran en ese departamento, y dijo que en muchos casos ocurren porque las mujeres no llevan controles y chequeos en los centros y puestos de Salud.
Agregó que el Estado debe promover un modelo de salud incluyente, que respete las costumbres de la población indígena y que resalte la labor de las comadronas, con lo que según ella, disminuirían las cifras de muertes maternas. Resaltó que en el 2013 fueron 21 las víctimas; en el 2014, 18; y el año pasado, 16.
En el Hospital Regional de Cuilapa, Santa Rosa, suman cuatro muertes de mujeres durante la labor de parto, de ellas una es originaria de Mataquescuintla, Jalapa, y otra de Conguaco, Jutiapa. En ese departamento preocupa la muerte de 74 neonatos.
En Retalhuleu se registran seis casos, según Gilberto Morales director del Hospital Nacional.
Fuentes consultadas coinciden en que la salida a ese problema debe ser multisectorial: Salud, a través del mejoramiento de la atención hospitalaria, y Ministerio de Comunicaciones y Misterio de Desarrollo Social con la mejora de infraestructura y caminos.
Pobreza
La Encovi 2014 señala un tasa de pobreza en Huehuetenango de 73.8% y 28.6% en pobreza extrema; en Alta Verapaz, 83.1% de pobreza y 53.6% pobreza extrema, y en Quiché, 74.7% de pobreza y 41.8% de pobreza extrema, lo que agrava la situación en cuanto a casos de muertes maternas.
Embarazo seguro
Instituciones buscan reducir la mortalidad materna en el país.
La Ley de Maternidad Saludable —decreto 32 2010— crea al Osar, que pone en práctica funciones de vigilancia y monitoreo de la norma.
El artículo 4, inciso b, de la Ley para la Maternidad Saludable establece que el Estado debe garantizar que la atención materno-infantil sean accesible geográfica y culturalmente, con énfasis en grupos sociales vulnerables.
El Osar da seguimiento a la inversión de lo recaudado del 15% de lo preceptuado en la Ley de Bebidas Fermentadas, para pacientes violentadas sexualmente.
Las niñas menores de 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el embarazo que las mayores de 20. Para una madre menor de 18 años la probabilidad de que su bebé muera durante el primer año es de 60%, según el Osar.
Hace un año, el Estado presentó el plan nacional de prevención de muerte materna y neonatal, que pretende reducir a 83 casos por año por cada cien mil nacidos vivos.
Opiniones
“La planificación familiar es vital”
La muerte materna es un fenómeno que habla de injusticia e inequidad, según Mirna Montenegro, secretaria ejecutiva del Osar. “Debe tener la protección del Estado porque los hijos son un bien común, y debemos tener políticas sostenibles en el marco de la maternidad saludable. Las mujeres deben tener acceso a la planificación familiar”.
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Falta vocación de servicio de Salud
“El primer paso para salvar una vida está en la vocación de servicio de los trabajadores de Salud. La inmediatez puede hacer la diferencia”, expuso Carlos Morales, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Huehue, quien agregó que la pobreza es otro motivo de muerte de mujeres, que muchas veces no tienen acceso ni a comadronas.
Con información de: Por Mike Castillo, Eduardo Sam, Óscar Figueroa, José Rosales, Oswaldo Cardona y Jorge Tizol