Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para las segundas vueltas electorales la participación siempre baja a comparación del primer evento y nunca se ha logrado sobrepasar el 65.40% de participación en una segunda vuelta, cifra que se logró en 1985.
Según el historial, la participación más baja en una segunda vuelta tuvo lugar en 1995, cuando únicamente el 36.90%, de las personas aptas para emitir sufragio eligieron como presidente a Álvaro Arzú Irigoyen.
Razones
La politóloga Andrea Morales precisó que hay factores que influyen en la baja participación en la segunda vuelta, entre ellos que los ciudadanos ya eligieron a autoridades locales y que los alcaldes, cuyo candidato presidencial no participará en la votación, no organizan a sus simpatizantes para el evento.
“En la primera vuelta hay más participación porque son mucho más los cargos para elegir. También, las autoridades locales son mucho más cercanas a la población y por eso es que hay mucha más participación. Pero, para la segunda vuelta si estas no participan baja la afluencia a votar”, aseguró Morales.
Rubén Hidalgo, director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), también consideró que la no participación de liderazgos municipales hace que estos decaigan en su interés para la movilización de las bases.
Panorama
Hidalgo agregó que otro factor que podría influir en que las persona participen o no en la segunda vuelta es si son tan atractivas las propuestas de los contendientes en los debates”.
“Algo determinante en la participación de la segunda vuelta serán los debates, propuestas, contrapuestas, liderazgo y experiencia que muestren los candidatos”, agregó el experto.
Geidy de Mata, politóloga de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), agregó que si bien el comportamiento de la primera vuelta evidencia que hay compromiso de la ciudadanía, los candidatos que estén presentes en la segunda vuelta deben dar razones que impulsen a los electores a emitir su sufragio.
“Parte de la participación va a depender de los debates que realicen —los candidatos— a nivel presidencial y de las estrategias de los partidos”, aseveró De Mata.
Hugo Novales, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), expuso que los debates por sí solos no atraerían los votos.
Agregó que con la presentación de un eventual gabinete de Gobierno pasaría lo mismo. “Si hay algún miembro que resulte controversial o popular sí podría ser un factor importante, aunque quizás improbable”, refirió.
