Las personas con discapacidad deben de acercarse a los centros de votación, si es visual, habrá voluntarios que los dirijan a la mesa donde le corresponde votar. El presidente de la mesa deberá de apoyarlos con el traslado al atril y el depósito de las papeletas ene l color que le corresponde.
Para esas personas el Tribunal Supremo Electoral ha creado las papeletas con sistema braille, que permite la lectura a los no videntes. “En las casillas de las imágenes de los partidos tienen letras en braille para que puedan saber qué partido es” detalló Ana Mérida, defensora de las personas con discapacidad de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).
En el caso de la discapacidad física, los votantes deben acudir al centro y a la mesa que les corresponde, recibir sus boletas y emitir el sufragio. Para la movilización también habrá voluntarios que los puede apoyar.
Para las personas con discapacidad auditiva no existe ningún mecanismo de ayuda, más que las señas que los miembros de las mesas receptoras pueden consultar en el manual que el TSE les entregó.
“No hay capacidad de colocar intérprete de señas en los centros de votación, el TSE colocó señas básicas para comunicarse con las personas, no es lo ideal” dijo Mérida, defensora de la PDH, quien agregó que es preocupante que no se han generado las condiciones de infraestructura ni capacitación para las juntas receptoras.
La propuesta
La PDH realizó este año una propuesta al Tribunal Supremo Electoral para que en el próximo proceso electoral puedan identificar en el padrón, a las personas con discapacidades y de esa forma tener la certeza de los votantes.
A consideración de la defensora de la PDH, la falta de estadísticas actualizadas y de inclusión en el padrón, así como la infraestructura de los centros, generan que los discapacitados no quieran acudir a los centros de votación, provocando exclusión y marginación.