Así murió todo lo que tenía vida. Al caminar es posible ver cuerpos de personas, animales y cultivos calcinados o cubiertos de material volcánico.
De un momento a otro todo se volvió un caos. Solo escuchaban las recomendaciones de los socorristas de que salieran del lugar. Las personas empezaron a correr por las veredas para ponerse a salvo, y se dispersaron por diferentes caminos buscando conservar su vida.
Un periodista tuvo que ser trasladado de emergencia al sufrir quemaduras en los pies, pero en ese momento un nuevo suceso los sorprendió.
Todo está cubierto de ceniza, arena y rocas. Allí es posible ver cuerpos que aún no están contabilizados por las autoridades porque socorristas, policías, soldados, voluntarios y periodistas han tenido que evacuar por temor a nuevas correntadas de material volcánico.
Se cree que un flujo de material estaba rezagado y repentinamente empezó a correr por debajo de los escombros hacia el lugar donde estaban las personas.
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Lo perdieron todo
Aunque las autoridades instalaron dos cordones de seguridad para evitar que las personas pasaran al área de riesgo, no fue suficiente para impedir el ingreso.
La angustia y desesperación que les generaba saber que muchas personas no lograron salir a tiempo de San Miguel Los Lotes, sumado a la esperanza de poder recuperar algunas de sus pertenencias, hizo que muchas personas regresaran al lugar.
Para llegar hasta ahí, tomaron rutas alternas, caminaron en medio de veredas de las fincas de café.
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“La gente salió corriendo”
Domingo Tomás Rodríguez, vecino de San Miguel Los Lotes, lo perdió todo, sus dos nietas de 8 y 15 años, su casa. Llegó esta mañana a buscar a sus seres queridos, pero solo encontró piedras, arena y ceniza.
“Cuando vimos (la arena, ceniza y piedras grandes) ya venía por el tanque de agua. Estaba lleno el callejón. La gente salió corriendo. Cuando salimos al callejón (el material volcánico) ya había salido a la carretera. No teníamos dónde pasar sino que cruzamos un terreno antes de que pasara por aquí”, dijo.
La imagen que encontraron realmente les causó consternación. Todo estaba bajo piedras gigantes, ceniza y arena. No quedó rastro de la mayor parte de la comunidad, que era de unas cien casas, según estimaciones de los vecinos.
Solo los techos de algunas viviendas que estaban en las áreas altas son las que se lograron visualizar. Las casas aún desprendían humo por el material caliente que tenían encima. Al menos tres cadáveres fueron encontrados en el trayecto.
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Catástrofe
Hasta el mediodìa, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) reporta 33 fallecidos, 46 heridos, 3 mil 265 evacuados y un millón 702 mil 130 afectados; hay nueve albergues, ocho en Escuintla y uno en Sacatepéquez.
El presidente Jimmy Morales visitó esta mañana un albergue en Escuintla y dijo a los damnificados que firmó la declaratoria de estado de Calamidad en Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, pero corresponde al Congreso aprobarlo. Agregó que una vez se pueda acceder a un fondo de emergencia se podrá atender a los afectados y planificar la reconstrucción del área.
También, en medio de la emergencia, fluye la solidaridad de los guatemaltecos. Hay empresas e instituciones que habilitaron centros de acopio donde reciben víveres.
Actividad continúa
La segunda fase eruptiva del volcán de Fuego de este año finalizó, según confirmó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Las estaciones de monitoreo del Instituto han registrado en horas recientes una disminución en el tremor y sismos volcánicos, razón por la que los expertos consideran que el cono volvió a su etapa eruptiva normal.
Los reportes señalan que en el volcán se generan entre cinco y siete explosiones por hora, entre débiles, moderadas y fuertes.
Las columnas de ceniza llegan a una altura máxima de cuatro mil 600 metros sobre el nivel del mar y por la dirección del viento ésta se dispersa a unos 15 kilómetros de distancia del cráter en direcciones suroeste y noroeste.
El instituto informó que debido a la inestabilidad que hay en el edificio volcánico, derivado de la abundancia de material que existe en este momento, hay condiciones propicias para que haya avalanchas moderadas en todos los flancos.
Otra de las consecuencias por la abundancia del material piroclástico que se depositó en las barrancas, es que hay un levantamiento constante de ceniza que se dispersa en dirección suroestes y nordestes lo que afecta a las comunidades que se encuentran por el sector.
El Insivumeh indicó que por el momento no hay ningún cambio en la morfología del cono y si en caso existiera un incremento en las señales sísmicas, se informará a la población.
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