El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología explicó, en un boletín especial, que esta situación es producto del “proceso de rellenado del cráter”, lo que genera además avalanchas en dirección de las barrancas Las Lajas, Seca, Honda y Cenizas.
Las columnas de ceniza alcanzan ya los cinco mil metros de altura sobre el nivel del mar y se desplazan a unos 12 kilómetros en dirección oeste y sureste.
Las explosiones generan retumbos y ondas de choque “moderadas y fuertes” que hacen vibrar techos y ventanas de aldeas aledañas, como Panimaché, Morelia, Santa Sofía, Yucales, Palo Verde o la Rochela, mientras que en San Pedro Yepocapa, Alotenango, Cuidad Vieja, Escuintla o Santa Lucía Cotzumalguapa se escuchan “retumbos fuertes”.
El pasado 3 de junio, en la erupción más fuerte de su historia, el coloso, de 3 mil 763 metros de altura, causó la muerte de casi 200 personas y dejó 1.7 millones de afectados, algunos de los cuales lo perdieron todo.
El Volcán de Fuego, situado entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, es, junto al Santiaguito y Pacaya, uno de los tres más activos de los 32 que tiene el país centroamericano.
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— Prensa Libre (@prensa_libre) January 22, 2019
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