El encargado de la bodega explicó que el lugar no se mantiene con tantos insumos como en este momento.
Explicó que se lleva un control de la fecha de caducidad de los productos. Los primeros que se reparten son los que tienen menos vida útil y así se aprovecha todo.
La ayuda que llega tiene que ser documentada para llevar un control. Se registra qué es y quién la donó, para que luego se coloque en estanterías.
En bodega también hay productos no perecederos y que están en apresto, como camastrones y productos de limpieza.
Por el momento tienen suficiente ropa y que lo prioritario es recibir alimentos y artículos de aseo personal y de limpieza para los albergues.
Ayuda de empresarios
Los granos básicos y otros alimentos son llevados al Ingenio Pantaléon, con base en un convenio entre las autoridades y empresas del sector azucarero.
Así, los trabajadores echan costales o bolsas de arroz, frijol o Protemás a un camión. Allá en el ingenio se usa una cocina industrial para preparar los alimentos, que regresan al centro de mando y luego son enviados a los diferentes albergues.
Tamalitos de Chicacao
Durante la mañana de este jueves un grupo de nueve personas de una comunidad de Chicacao, Suchitepéquez, llegó al lugar a dejar un donativo de 800 tamalitos para los damnificados. Otros mil serán para rescatistas y voluntarios en albergues.
Planean estrategia
Durante la mañana el gobernador Departamental de Escuintla, Guillermo Domínguez, representantes de la Conred y varios ministerios se reunieron para determinar cómo se dividirán los equipos y atender a los damnificados por la tragedia.
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