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Viento y aves de rapiña complican control de incendio en vertedero de Amsa

Ráfagas de viento avivan el fuego en el vertedero de Amsa y dificultan tareas de control aéreo.

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El viento y el humo dificultan el trabajo de los socorristas en el vertedero de Amsa. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernandez Ovalle)

El viento y el humo dificultan el trabajo de los socorristas en el vertedero de Amsa. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernandez Ovalle)

El viento se ha convertido en el principal enemigo de socorristas y soldados que luchan contra el incendio en el vertedero de Amsa, que desde el sábado último consume toneladas de desechos que generan altos niveles de contaminación, perceptibles en sectores de la capital, Mixco, Amatitlán y Villa Nueva.

Este lunes 8 de febrero, las autoridades de ese lugar informaron que, aunque ya no se observan llamas, de entre los desechos emanan grandes cantidades de humo y que el fuerte viento que sopla dificulta el trabajo de los socorristas.

Jackeline Morales, directora de Amsa, comentó que sospechan de que el incendio fue provocado, debido a que en varios sectores tienen dificultades con el muro perimetral.

En tanto, Rosa López, ingeniera de Amsa, dijo que “estamos cumpliendo la labor que le corresponde a las municipalidades, quienes deberían hacerse cargo de sus desechos”.

“Hacemos todo lo posible por controlar el incendio, pero por el humo la visibilidad es escasa y se quiere evitar accidentes”, agregó López.

Además, dijo que la recomendación es que se busque otros basureros para depositar los desechos porque para apagar el siniestro se pueden llevar entre siete y ocho días.

“El viento no nos ha permitido el ingreso porque hay mucho humo y el área afectada es muy extensa. Los trabajos podrían durar entre siete y ocho días, pero dependemos del clima”, refirió.

Las autoridades informaron que mediante mediciones aéreas se estableció que aún hay tres puntos de calor, lo que significa que hay fuego bajo los desechos, pero en el resto del vertedero solo hay ceniza y humo.

Jorge Arturo Bautista, encargado del Área de Líquidos y Sólidos de Amsa, comentó que, para contener el avance del fuego, desde el sábado se hacen

brechas contra incendios para evitar que se propagara. Además, dijo que lanzan agua y espuma para minimizar los gases que se generan.

No puede volar

El Ejército de Guatemala asignó un helicóptero para apoyar en el combate del incendio; sin embargo, las ráfagas de viento y la gran cantidad de zopilotes que habitan el lugar les impide volar, pues es un riesgo para la tripulación, dijo el vocero Rubén Téllez.

“El helicóptero está disponible y en buenas condiciones, pero hay mucho viento y una fuerte cantidad de zopilotes”, dijo el vocero del Ejército.

Agregó: “el helicóptero está en el Comando Aéreo Central, ya abastecieron, pero están esperando que baje un poco el viento, porque están reportando viento muy fuerte a la altura que estaban volando lo que les representa turbulencia,  y aparte hay una gran cantidad de zopilotes que sobrevuelan el vertedero y eso los pone en riesgo”, agregó Téllez.