El Pacaya ya supera los 60 días de actividad intensa. Durante ese tiempo han sido constantes las explosiones moderadas y fuertes, expulsión de material incandescente y el flujo de lava principalmente en el flanco oeste, donde están asentadas aquellas comunidades.
El Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) precisa que el río de lava va provocando incendios en vegetación y plantaciones a su paso, café y aguacate. Dependiendo del flujo y del terreno es posible que haya desprendimiento de bloques incandescentes que pueden causar quemaduras y lesiones graves; el gas es riesgoso para las vías respiratorias e incluso puede provocar intoxicación.
Mientras tanto, el pronóstico es que la actividad siga en niveles altos y podría incrementar en horas o días. Otro factor importante es que la dirección del viento podría ocasionar que el material volcánico se disperse hacia la capital y municipios del departamento de Guatemala.