En el pasado, las nulas medidas de seguridad en los puestos de venta y la falta de regulación sobre algunos juegos pirotécnicos han cobrado vidas humanas. Entre las tragedias que han quedado en la historia está la que ocurrió el 24 de diciembre de 2005, cuando cinco hermanos de entre 12 y 13 años murieron luego de que un incendio quemara su vivienda. Esto ocurrió en el asentamiento Santiago de los Caballeros, en la zona 6.
Incidentes como estos continuaron ocurriendo y ello motivó a autoridades estatales a promover reformas en la legislación y a implementar protocolos y capacitaciones a proveedores de estos productos.
Entre estos se encuentra el Plan Belén, el cual inició hace 20 años con el objetivo de capacitar a las personas que se dedican al comercio y distribución de fuegos artificiales en diciembre, durante la navidad y fiestas de fin de año, de acuerdo con información de la Municipalidad de Guatemala.
“El Plan Belén está dirigido a personas que no tiene mayor conocimiento sobre cómo combatir un conato de incendio y que no cuentan con equipo. Es una serie de capacitaciones diarias, de una hora, en la que se dan directrices de cómo manejar medidas preventivas, cómo puede surgir el fuego en un lugar donde se expendan estos fuegos pirotécnicos y a su vez saber actuar de forma instantánea para controlarlo”, informa la comuna.
Intervienen distintas entidades, como la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor, Ministerio de la Defensa, Ministerio de Gobernación, Ministerio de Salud, Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres y otras dependencias
¿DE DÓNDE SALIÓ LA INFORMACIÓN?
Según las autoridades, este año hay alrededor de 2 mil vendedores que comercializan fuegos pirotécnicos solo en la ciudad de Guatemala. De parte de la DIACO se ha advertido que pondrán multas a los proveedores que incumplan con las medidas de prevención y se vigilará que no se comercialicen canchinflines. Asimismo, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios ha requerido a los propietarios de ventas mantener recipientes con arena, agua, un extintor y un rótulo que advierta a los clientes que está prohibido fumar en el lugar. Las instituciones encargadas del Plan Belén han recomendado que adultos supervisen a niños cuando manipulen pirotecnia, no quemar los fuegos artificiales dentro de recipientes ni almacenarlos junto con productos inflamables y no usar alcohol en gel ya que podría provocar accidentes, entre otras recomendaciones.
¿CUÁL ES EL CONTEXTO?
Recientemente, las autoridades se alarmaron ya que en distintos puntos de venta se estaban comercializando juegos pirotécnicos que aparentaban ser dulces, sopas, bebidas y otros alimentos. Esto suponía un peligro ya que podían inducir al engaño y poner en riesgo la vida, la salud y la seguridad en la adquisición y consumo de estos, principalmente en niños. Esto motivó pronunciamientos de rechazo también por parte de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas, que requirió a las instituciones de Gobierno que prohibiera la venta de este tipo de productos, envasados y etiquetados ya que podía afectar a las compañías y poner en riesgo la salud de menores. De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud, noviembre y diciembre son los meses donde más quemaduras sufren las personas. En promedio, se estima que cada año unos 50 mil niños resultan con quemaduras que puede causarles la muerte, desfiguración, amputación, graves problemas respiratorios y pérdida de la vista. La mayoría de estos casos ocurre en casa. Además de la venta de juegos pirotécnicos, también incide en el repunte el vuelo de barriletes que en ocasiones puede afectar el cableado eléctrico que se encuentra en vía pública. En estos casos, lo recomendable es acudir con urgencia a un centro de atención hospitalario y evitar actuar conforme a mitos.
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En principio, se debe advertir que existen juegos pirotécnicos como los canchinflines o silbadores cuya venta o almacenamiento está prohibido. La Ley de Especies Estancadas regula en su artículo 15 que está prohibido importar, producir, fabricar, almacenar, depositar, distribuir y comercializar silbadores y canchinflines. El incumplimiento de este artículo podría conllevar una multa de hasta Q50 mil y cancelación de la licencia de venta. Asimismo, si en caso una persona comprara un juego pirotécnico que no está regulado ni permitida su distribución, podría ser sancionada con el decomiso del producto, informó Edwin Monroy, portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC). “La PNC, a través de los investigadores de la División de Información y Desactivación de Armas y Explosivos, hacen recorridos en mercados y verifican que los puestos de venta cumplan con medidas de seguridad y que no se vendan juegos pirotécnicos prohibidos. Si un vendedor es sorprendido vendiendo, podría ser trasladados ante juez competente, tomando en cuenta que se trata de juegos pirotécnicos prohibidos”, dijo Monroy. Asimismo, la Diaco informó que inspecciona que los productos cuenten con etiquetado y que el mismo describa con precisión el contenido del producto. Aunque, según la oficina de comunicación social de la entidad, su ámbito de competencia se limita a proveedores debidamente inscritos. Por su parte, la Unidad del Espacio Público de la Municipalidad de Guatemala informó que a los proveedores se les puede cancelar el permiso de venta “ya que en las capacitaciones de Plan Belén que da el Cuerpo de Bomberos Municipales en conjunto con la Diaco y la Unidad del Espacio Público de la Municipalidad de Guatemala se les hace de su conocimiento qué tipo de juegos pirotécnicos son los que están prohibidos”.