Sin embargo, de las 10 intervenciones trazadas, los hogares de los 166 municipios priorizados en el pacto recibieron, en promedio, entre dos y cuatro acciones, lo cual contrasta con el hecho de que la mejora en el estatus nutricional se evidencia a partir de la quinta.
Esos datos se desprenden de una presentación que el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarios (Ifpri) hizo a la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) y a la Vicepresidencia de la República —según una fuente—, evaluación que aún no ha hecho pública el Ejecutivo.
En la presentación se resalta que no se encontró un impacto significativo en los z-scores —número de desviaciones estándar— de los niños evaluados, a excepción de la intervención del lavado de manos.
El titular de la Sesan, German González, sostiene que la evaluación no les fue presentada a ellos, sino a las autoridades electas.
Intervenciones
Las acciones del programa son promoción de la lactancia materna, mejoramiento de alimentación complementaria —a partir de los 6 meses de edad—, mejorar las prácticas de higiene y el suministro de vitamina A.
También la adición del cinc terapéutico en el manejo de la diarrea, provisión de micronutrientes en polvo, desparasitación y vacunación, complemento de hierro y ácido fólico para prevención y tratamiento de la anemia en mujeres embarazadas, suplir la deficiencia de yodo y fortificación con micronutrientes para los alimentos básicos.
La evaluación de Ifpri —que no especifica mayores detalles, y no se pudo lograr un contacto con la institución— menciona que las intervenciones que más hogares abarcaron fueron lavado de manos, sal yodada y suplementos alimenticios.
Indica que la mayor promoción de la lactancia materna se dio en el 2013, y la adición de vitamina A aumentó en el 2013 y se mantuvo en el 2014.
Al evaluar el conjunto de acciones, Ifpri señala que no se puede cuantificar una mejora en el estatus nutricional del niño hasta que se reciban más de cinco intervenciones.
Sobre la Ventana de los Mil días señaló que hubo excesiva proliferación de programas (276) y a que debió tener una cobertura más focalizada.
La evaluación también señala que los esfuerzos se dispersaron, hubo limitaciones financieras, de capital humano y gestión institucional.
Una de las recomendaciones es reconcentrar esfuerzos, reducir el número inicial de departamentos y municipios, y lograr así un impacto y racionalizar la coordinación.
Ifpri señala que debe haber empadronamiento de beneficiarios, aprovechar la penetración del servicio de telefonía celular y evaluar la posibilidad de condicionar transferencias sociales con objetivos en nutrición.