Los departamentos donde se efectuaron las bodas son Petén, Retalhuleu, San Marcos, Escuintla y Quetzaltenango.
Montenegro señaló que estos datos se obtuvieron del Registro Nacional de las Personas (Renap) y del Organismo Judicial (OJ), y a la vez recordó que hasta el año pasado era permitido que los menores de 14 años se casaran con la autorización de sus papás, pero a partir del noviembre del 2015 con el decreto 8-2015 se aumenta la edad hasta los 18 años para hombres y mujeres.
La experta recordó que en la Ley existe una excepción en la que se pueden casar de 16 y 17 años, con una causa fundada y con la autorización de Juez, pero no existía un estándar para regular esta y en marzo pasado el OJ publicó el acuerdo 12-2016 que norma esta aplicación y se pide que el juez solicite a la Procuraduría General de la Nación un estudio psicológico y socioeconómico para dar el permiso.
“Entre noviembre pasado y julio de este año se han dado matrimonios de menores de edad entre 16 y 17 años, y encontramos que el 98 por ciento son las mujeres las menores, y casos de adolescentes de 16 años con alguien de 35 años”, aseveró Montenegro.
Agregó que han encontrado que el sistema de justicia se caracteriza de acuerdo al departamento, de esa cuenta que en algunos casos se resuelve más fácil que en otros. La secretaria de OSAR resaltó que ahora que se tiene la reforma es necesario promoverla para que se cumpla.
Falta de atención
Otro dato que OSAR compartió es que hasta agosto del 2016 han ocurrido 275 muertes maternas, de los cuales 48 son adolescentes, mientras que el año pasado fueron 431 reportes —79 adolescentes—. La hemorragia es la principal causa de estas muertas, seguida de trastornos hipertensivos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día mueren aproximadamente casi 830 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto, y el 99 por ciento corresponde a los países en desarrollo.
También refiere que la mortalidad materna es mayor en las zonas rurales y en las comunidades más pobres. Además resalta que la atención especializada antes, durante y después del parto puede salvarles la vida a las embarazadas y a los recién nacidos.