La adquisición se dio en las sombras, con la firma de un contrato del que hasta hoy se desconocen los términos. Amelia Flores, ministra de Salud de la pasada administración, fue quien anunció el 30 de marzo del 2021 que Guatemala había entrado en negociaciones con la empresa Human Vaccine LLC, y que se pagarían Q614.5 millones que correspondía al 50% de la compra, para recibir en de inicio 8 millones de dosis.
La opacidad de los términos de la negociación se mantuvo durante todo el gobierno de Giammattei, alegando que existían términos de confidencialidad en el contrato y que debían respetarse, al punto que las nuevas autoridades del Ministerio de Salud desconocen lo que el país pactó con los rusos.
El ministro de Salud, Oscar Cordón, dijo en entrevista a Prensa Libre que no han tenido acceso al acuerdo de compra y que los pocos documentos que han podido revisar sobre este caso apuntan a que este es un “contrato leonino” que en nada favorece a Guatemala.
“Cuando recién tomamos el despacho se nos informó de que ese contrato estaba bajo reserva. Sin embargo, hemos creído que no podemos seguir esperando a que el contrato venza para saber cuáles son las cláusulas del mismo, de tal manera que estamos siguiendo un proceso en conjunto con la Procuraduría General de la Nación, con quienes nos vamos a reunir próximamente”, dijo el funcionario.
Desde que Flores anunció que el país había hecho un convenio con Human Vaccine LLC, la legalidad de este se cuestionó, entre otras cosas, porque la compra de las vacunas se hizo a través de un intermediario. La firma de este acuerdo se hizo a través de uno de los directivos de la empresa, Alexander Chistyakov.
Pero el Ejecutivo guatemalteco divulgó en ese momento que el contrato se celebró con el Fondo de Inversión Directo de Rusia (RDIF, en inglés) y el que el pago se hizo a la compañía Limited Liability Company Human Vaccine, una agencia de inversión del gobierno ruso.
Otro de los cuestionamientos fue la falta de un cronograma para recibir los ocho millones de dosis por las que el país ya había pagado. Fue hasta el 5 de mayo del 2021 que entró el primer embarque, un total de 50 mil vacunas, sin que hubiera claridad de cuándo llegarían al país las demás.
Ingresaron a Guatemala 20 lotes de vacunas a cuentagotas, el último arribó fue de 2.4 millones de dosis el 30 de diciembre del 2021, para de esta manera completar los 8 millones por las que se pagó a Rusia, aunque se perdieron cuatro millones 824 mil 524 por fecha de caducidad.
“Hemos preparado una línea del tiempo de todo lo que hemos podido ver en documentos de ese proceso, donde identificamos como las partes más álgidas del proceso de negociación. En lo que hemos podido observar, hemos verificado que el contrato es completamente leonino, no hay una sola cláusula que salvaguarde los intereses del Estado”, dijo Cordón.
“No entendemos, como fue que la Procuraduría General de la Nación, cuando se le pidió opinión, no pudiera dictaminar a favor del Estado”, agregó.
Cordón asumió hace una semana como ministro de Salud, y pese a que tuvo acercamiento con las autoridades que lo antecedieron en un proceso de transición de Gobierno que duró semanas, no ha tenido acceso al contrato que se firmó con Human Vaccine, y aseguró que únicamente los involucrados en la negociación tienen acceso a este. Por el momento desconoce sus nombres, pero “una vez abramos ese documento vamos a tener toda la información”.
Si bien, esto fue lo que heredaron de la anterior administración, afirmó que no aceptan esa cláusula de confidencialidad, y que procederán de manera administrativa y legal, siguiendo los procedimientos del Estado.
Ingresos a cuentagotas
Ante los constantes atrasos de la entrega de vacunas al país, el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Pedro Brolo Vila, viajó a Rusia en junio del 2021 para sostener una reunión con su homólogo, Serguéi Lavrov, para solicitar su apoyo en la entrega de las dosis de Sputnik V a Guatemala.
Tras esa visita se conoció que Brolo desconocía los términos del contrato que se firmó con los rusos. El documento tampoco lo conocían los viceministros de Salud, y fue hasta que Flores dejó el cargo y que Francisco Coma tomó su lugar, que se reveló una adenda en el acuerdo de compra de las Sputnik V, la cual establecía que el proceso de entrega de otros 8 millones de dosis podría ocurrir entre el 2022 y 2023.
El contrato está por vencer en marzo 2024, pero al momento se desconoce si el país está obligado a continuar con la compra de dosis a Rusia.
“En el hipotético caso de que hubiéramos seguido el procedimiento, sí, pero obviamente eso no va a ocurrir. El contrato se vence a finales de marzo.
Sin embargo, no es solo si tenemos que cumplir o no, sino es que tenemos que deducir las responsabilidades de las personas que se prestaron a un contrato de esa naturaleza”, señaló Cordón.
¿Qué procederá ahora? El ministro mencionó dos puntos, uno, el análisis interno con la Procuraduría General de la Nación desde el Sistema Jurídico guatemalteco, y dos, tener la asesoría de un bufete internacional que permita al país estar preparado al momento en que se tenga que litigar el contrato.
Investigación en desarrollo
En mayo del 2021 se conoció que la Fiscalía contra la Corrupción de Ministerio Público (MP) comenzó una investigación sobre el proceso de compra de las vacunas rusas Sputnik V dado las dudas que rodeaban la negociación. Hasta el momento se desconoce el avance de las pesquisas por parte del ente investigador.
El caso está a cargo del Juzgado Cuarto de Primera Instancia Penal, y la audiencia de anticipo de prueba se tenía prevista para noviembre pasado, y pese a que se consultó en varias ocasiones al MP sobre la realización de la misma no se obtuvo respuesta.
Lo que se tiene conocimiento es que los 4.8 millones de dosis de la vacuna rusa que se vencieron -debido a la corta fecha de caducidad con que ingresaron al país-, permanecen en el Centro Nacional e Biológicos del Ministerio de Salud, pues no pueden destruirse al ser parte de la investigación que está en curso.
Cordón mencionó que en esta cuestionada compra “hay involucrados asesores legales de bufetes internacionales. El asunto no es solo a nivel local, pero creemos, por lo que hemos podido identificar hasta el momento, que hay maneras en que el Estado de Guatemala pueda defenderse de ese contrato, que a todas luces no satisface o no satisfizo las necesidades de la población”.
El ministro señaló que se abocarán a la Procuraduría General de la Nación (PGN), por ser la institución que defiende los intereses del Estado, además que se pidieron auditorias a la Contraloría General de Cuentas para poder “preparar el caso”.
Ante la pregunta si la empresa rusa ha solicitado algún acercamiento con las nuevas autoridades de gobierno para establecer qué procede con el contrato de la compra de vacunas Sputnik V y que vence en marzo próximo, el funcionario refirió que “no”, y que en el último año las autoridades que lo antecedieron tampoco tuvieron ese contacto con Human Vaccine.
Más vacunas contra el covid-19
El 24 de diciembre pasado el Ministerio de Salud recibió una donación de 100 mil dosis contra covid-19 de la marca Moderna.
Cordón dijo que están en proceso de distribuirlas, pero también de sensibilizar a la población de los beneficios de la vacuna, para evitar que estas se venzan como sucedió con las Sputnik V y de otras marcas durante el 2022.
Las dosis que recién ingresaron a Guatemala caducan en mayo próximo, pero se tiene la indicación del fabricante de “una ventana de seguridad” para poder utilizarla pasada esa fecha. La prioridad es vacunar a los grupos más vulnerables.
Con la donación que ingresó en diciembre, a criterio de Cordón las dosis son suficientes en para atender a la población en este momento, y que se debe analizar el comportamiento del virus antes de comprar más biológico.
“Es importante mantener la campaña de prevención, no hemos salido de eso, tampoco vamos a salir de estar expuestos, no solo a ese virus sino a otros, pero hemos aprendido la lección de la campaña anterior, que la sensibilización de la población, el involucramiento de grupos a nivel comunitario, a nivel local, es esencial”, agregó.
Nota del Editor:
En la versión original de la nota, por un error de redacción se había consignado que el excanciller de Guatemala Pedro Brolo “no desconocía” los términos del contrato que se firmó con los rusos. Lo correcto es lo que está consignado ahora: “Brolo desconocía los términos del contrato…”. Ofrecemos disculpas al exfuncionario y a nuestros lectores.