El artículo 32 de la normativa establece que el Ministerio de Salud debe programar y desarrollar el proceso de inoculación de los adolescentes, pues hasta ahora el Plan Nacional de Vacunación solo contempla a las personas de 18 años y más, una población de 10.5 millones.
Si bien la cantidad de contagios entre niños y adolescentes es menor a la de los adultos, no significa que no puedan infectarse, contagiar, enfermar y presentar un cuadro grave, principalmente quienes padecen enfermedades subyacentes. Varios países han tomado la decisión de abarcar a este grupo etario ante la incontrolable escalada de casos positivos de covid-19 en el mundo.
Vacunas con autorización
Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mencionó el miércoles durante una conferencia de prensa que la vacuna de Pfizer es la que, por ahora, tiene autorización de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser usada en población entre los 12 y 17 años.
En análisis está la información y los ensayos clínicos de Moderna, Sinovac y Sinopharm para establecer si son seguras y eficaces para inocular a este grupo etario. Mientras que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dio luz verde para vacunarlos con Moderna.
Barbosa indicó que el grupo de expertos de la OMS analiza la información y hace las recomendaciones de qué vacunas son seguras y eficaces para los menores, sin embargo, qué producto utilizar y para qué población depende de las consideraciones que tomen las autoridades regulatorias de cada país.
El Salvador, por ejemplo, comenzó esta semana la inmunización contra el covid-19 en niños mayores de 6 años con dosis de Sinovac, la misma que ya se utiliza en Chile, donde también se inyecta la de Pfizer. Cuba aprobó vacunar a su población pediátrica desde los dos años de edad con Soberana 02.
Eliú Mazariegos, director del Sistema Integral de Atención en Salud (SIAS), señaló el lunes pasado que la vacuna que actualmente tiene literatura de soporte es la de Pfizer, y esa sería la opción que podrían utilizar en Guatemala para cubrir a la población adolescente. Para ello se tendría que “hacer una adenda” al Plan Nacional de Vacunación, pues este solo contempla a los mayores de 18 años.
Al país han ingresado 533 mil 520 dosis de Pfizer, y datos del tablero de Situación de covid-19 del Ministerio de Salud indica que al 14 de septiembre se habían usado 87 mil 268 en primeras dosis.
El último Censo Nacional de Poblacional reportó 1.9 millones de guatemaltecos entre los 12 y 17 años, por lo que las dosis resultan insuficientes, y más cuando también se tiene previsto inocular con estas a mujeres embarazadas mayores de 18 años, y a menores entre los 12 años y 17 años que se convertirán en madres.
Mario Melgar, del Consejo Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (Conapi), indicó que cuando se cumpla con la priorización de vacunar a los mayores de 18 años, los siguientes serían los adolescentes. Esto dependerá de la disponibilidad del biológico que se tenga en el país.
El Conapi ya hizo la recomendación al Ministerio de Salud de incluir en las fases de vacunación a los adolescentes con factores de riesgo, que como los adultos son quienes tienen enfermedades subyacentes (diabetes, problemas cardiacos, obesidad o sobrepeso) que los hace más vulnerables a sufrir un cuadro grave de covid-19. Ellos deberían de ser prioridad para luego seguir con el grupo entre 12 y 17 años sin comorbilidades, y más adelante alcanzar a los niños.
“Lo importante es ir abriendo la vacunación a más población según se tenga la aprobación para los distintos grupos y según la priorización del país”, dijo Melgar.
Ampliar la cobertura
El Laboratorio de Datos en su último informe señala que para alcanzar una cobertura mínima de inmunidad poblacional es necesario ampliar la vacunación hasta los 12 años de edad.
Al incluir únicamente a los mayores de 18 años se abarcaría al 62% de guatemaltecos, en dado caso todos se vacunen, por lo que no se llegaría a la tan ansiada inmunidad de rebaño. Estaríamos más cerca de lograrla al disminuir el rango de edad, pues se alcanzaría una cobertura potencial del 72%.
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Son seguras
Al 14 de septiembre el Ministerio de Salud reportó 23 mil 959 casos positivos de covid-19 en personas entre los 12 y 17 años. Fabiola no se ha contagiado, pero dentro de su círculo familiar y de amigos hay varios que sí, lo que aumenta su temor a la enfermedad.
La vacuna anticovid puede proteger a los adolescentes de infectarse y de contagiar a otros. En caso de contagiarse evita que enfermen de gravedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El no ser de los primeros países que inmunizan a menores de edad ha tenido cierta ventaja para Guatemala.
“Con la vacunación masiva de adolescentes que se ha hecho en otros países hemos visto que es una vacuna segura y muy efectiva para esta población”, mencionó Melgar, además que han analizado exhaustivamente los ensayos clínicos de los biológicos que están autorizados para este grupo etario.
Pero ¿serán igual de efectivas contra las variantes del virus? Barbosa indicó que los biológicos que tienen la autorización de uso de emergencia de la OMS “son eficaces” para la variante delta, y que es importante completar el esquema de vacunación, “esta es la verdadera protección”.
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La recomendación de los CDC es que los adolescentes reciban la misma dosis de la vacuna que los adultos, en el caso de Pfizer son dos, con un intervalo de 21 días. Los posibles efectos segundarios no varían: dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre o nausea.
Vacunar a los guatemaltecos entre los 12 y 17 años debería ser menos complejo y en menor tiempo, por la experiencia que ya se tiene de inocular a la población adulta contra el covid-19, y de las jornadas habituales de inmunización en niños. A criterio de Melgar, el reto persiste en alcanzar a quienes están en las áreas rurales.
Los estudios para vacunar a la población infantil continúan su curso, y mientras surgen datos confiables de la seguridad de las vacunas en niños, la OPS recomienda continuar con el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y el lavado de manos con agua y jabón o limpieza con alcohol en gel, como medida para prevenir el contagio del coronavirus.