Palma explicó que ese sistema de transporte cobra un pasaje de Q2.50; no obstante, él lo vende a Q3, para poder obtener una ganancia.
Pérez admite que las unidades están sucias y a las estaciones les dan poco o ningún mantenimiento.
“La gente utiliza este servicio primordialmente por la seguridad. Prefieren pagar un poco más para moverse más tranquilamente, por el tema de los asaltos y las extorsiones”, manifestó Pérez.
No hay suficientes unidades que brinden el servicio, por lo que las estaciones suelen estar abarrotadas.
En el plan original se tenía contemplado que unas tres mil 150 camionetas llegaran desde Brasil para remplazar todas las unidades viejas. Al final, solo arribaron 445 buses y en la actualidad no circulan más de 500 unidades.
Palma y Pérez están de acuerdo con que es la necesidad lo que termina por obligar a los usuarios a utilizar el servicio pese a las malas condiciones de un servicio que comenzó con un millonario subsidio estatal y la promesa de renovar todo el servicio de transporte público.
Francisco Toc, que vende flores en una estación, recordó que el servicio ayudó mucho cuando comenzó y que en la actualidad gran cantidad de personas se benefician como él. A pesar de la infraestructura en mal estado, se siente satisfecho de poder movilizarse con seguridad.
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Equipo para prepago
Se deteriora en bodega
Maquinaria que se adquirió cuando comenzó el proyecto del Transurbano acumula polvo en una bodega propiedad de la Asociación de Empresarios de Autobuses Urbanos (Autue), informó ayer Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
Los aparatos están valorados en Q102 millones 522 mil 161 y, de acuerdo con un informe de la Contraloría General de Cuentas, en el 2016 el equipo estaba en riesgo de quedar obsoleto.
Entre los insumos se incluyen cientos de lectores de tarjetas magnéticas que se ubicarían en estaciones del referido sistema de transporte. Asimismo, barandas de metal para organizar las filas.
