El victimario “fue condenado a 14 años por el delito de violación en circunstancias especiales de agravación y 25 años por agresión sexual en concurso real de delitos”, detalló el órgano investigador.
Los hechos
Con la ilusión de terminar sus estudios, el niño decidió trabajar en el 2014, ya que sus padres no tenían recursos para sufragar los gastos escolares.
En el segundo semestre del 2014, el menor se empleó en una carnicería de Las Lomas, San Martín Jilotepeque.
“De lunes a viernes estudiaba. Ese mismo viernes iba al negocio y se quedaba a dormir hasta el domingo, cuando regresaba a casa para volver a la escuela al siguiente día”, explicó la representante de la Fiscalía de la Mujer de Chimaltenango.
En agosto del año pasado, el propietario del negocio lo violó, y no conforme con eso, en septiembre, octubre y diciembre intentó hacerlo de nuevo, a lo que la víctima se opuso.
Angustiado por los constantes abusos, el niño renunció y regresó con su familia. Su estado de ánimo cambió; ya no era el mismo. “Dejó de comer, no salía de su vivienda y el deseo por vivir era cada vez menor”, narró la fiscal a cargo del proceso.
Los familiares se sorprendieron por el cambio de actitud del niño y la situación se agravó cuando intentó suicidarse.
En ese momento sus padres lo interrogaron y les confesó que el dueño de la carnicería lo había violado.
Denuncia
El 13 de enero último, los padres del menor presentaron la denuncia en la Fiscalía contra el Femicidio de ese departamento, y comenzó la investigación.
Entre los medios de prueba que sustentaron la acusación del Ministerio Público, según la fiscal, se encuentran pruebas testimoniales, exámenes médicos, informes psicológicos y la confesión del niño, que se obtuvo a través de la Cámara de Gesell.
“El pequeño confesó que el propietario lo violó en agosto, y en otras cinco ocasiones le tocaba los genitales e intentó abusar de él nuevamente, pero no lo logró”, explicó.
En una de las audiencias del debate, Pixola Martínez reconoció haber acosado y “manoseado” al menor, pero negó haberlo ultrajado.
Las autoridades brindan apoyo psicológico a la víctima.
Denuncias
La Fiscalía contra el Femicidio, con sede en la zona 1 capitalina, establece que en la actualidad se han mantenido las denuncias de violaciones a hombres y que “gran” cantidad de las víctimas son niños, y en menor número, adolescentes y adultos.
“Casos de niños son muchos; de adultos hay, pero en menor cantidad. (…) Los agresores son personas conocidas —familiares, amigos o vecinos—, y en algunas ocasiones las violaciones son recurrentes; es decir que las víctimas son violadas varias veces”, explicó una representante de la Fiscalía.
La fiscal manifestó que no cuentan con estadísticas actualizadas de los casos de violación a hombres y que no podría especificar si estas se incrementaron en comparación con otros años o si existe una cultura de poca denuncia.
Describió que la mayoría de agresiones empiezan con caricias en el rostro y luego en las manos y piernas. Con esas acciones los agresores buscan ganarse la confianza de la víctima hasta cometer el ultraje.
La Fiscalía recomienda que al primer contacto físico que experimente el niño o adulto, como potencial víctima, lo haga saber a sus familiares y lo denuncien, para evitar que se concrete la agresión sexual.
“Si se denuncia a tiempo se puede evitar la violación. Hay que recordar que solo tocar a una persona, sin su consentimiento, ya es un delito”, afirmó la fiscal.
Cuando ocurre una violación, la víctima debe acudir lo más pronto posible a una evaluación médico-forense, para que le practiquen las pruebas con las que se establece si existen lesiones y se confirme el ultraje. Luego se efectúan pruebas psicológicas, para determinar los daños emocionales causados.