Fue el pasado 9 de agosto que la cartera reformó el acuerdo gubernativo 164-2021, el cual establecía que a partir del 11 de agosto del 2023 se debía separar en siete categorías los residuos.
Ante la falta de preparación para su cumplimiento por parte de la población y de las municipalidades la normativa se modificó -acuerdo gubernativo 184-2023- y la clasificación quedó en dos categorías en tanto llega el 11 de febrero del 2025, cuando se añadirá a esa división la basura reciclable (papel y cartón, plástico, metal y multicapa).
Miguel Ángel Carrera, presidente y representante de la Gremial de Recolectores a nivel nacional, refiere que el ministerio ha “incumplido” al modificar una ley cuya implementación era necesaria para atender el problema del tratamiento de la basura y de la contaminación del medio ambiente.
Señala, además, que el MARN ha faltado a realizar con todos los sectores las mesas técnicas de diálogo para abordar las estrategias de concienciación a la población para que haga la clasificación primaria -orgánico e inorgánico-, pues ellos no han sido convocados.
Mientras que Jorge Grande, director de la Dirección para el Manejo de Residuos y Desechos Sólidos del ministerio, dice que los grupos de trabajo se han llevado a cabo entre los sectores involucrados en el tratamiento de la basura. La primera reunión fue el pasado 19 de septiembre y el 23 de octubre se desarrollará un taller en donde los recolectores recibirán apoyo técnico para realizar su labor.
Por ahora, asegura, en esa mesa técnica se acordó un plan de adaptación que conlleva una campaña masiva de divulgación para que los guatemaltecos conozcan qué y cómo deben separar los residuos y desechos sólidos comunes. Los mensajes van encaminados a realizar una clasificación secundaria – orgánicos, inorgánicos y reciclable- con miras al 2025.
“La coordinación que tenemos en las mesas técnicas es para hacer las campañas informativas en conjunto, para hacer que los mensajes lleguen a la población. Le estamos apostando más a la (clasificación) secundaria que a la primaria para preparar mejor a la gente para el 2025. Hay muchos municipios que ya iniciaron con su propia guía iconográfica -diseño gráfico, colores, tipografía para la rotulación e identificación de los residuos-“.
En el área Metropolitana ya se cuenta con el financiamiento de mantas vinílicas informativas que se colocarán en la carrocería de 20 camiones recolectores, como plan piloto y la idea es ampliar la acción al resto del país. La campaña se denomina “Yo clasifico”.
En esas mesas técnicas, Grande refiere que también está involucrado el Ministerio de Educación, así como el de Salud, este último tiene como mandato específico la inmunización del personal que participe en la recolección de desechos -hepatitis B, tétanos y rabia-, velar porque tengan Tarjeta de Salud vigente, además de la aplicación de medidas para el control de plagas y vectores en los espacios donde se desarrolle la recolección de basura.
En proceso
Hasta ahora son pocas las personas que separan los desechos como lo establece la ley. Grande indica que al MARN no le corresponde hacer cumplir la normativa, pues “son las municipalidades las que deben implementar las sanciones por autonomía municipal”, y son estas a través de sus ordenanzas las que tienen que hacer llegar en un efecto “cascada” el mensaje de acatar lo establecido en el acuerdo gubernativo 184-2023.
Carrera también dice que la principal responsabilidad recae en los alcaldes, y como recolectores apoyarán las medidas que se tomen a nivel local. Sin embargo, a pocos meses del cambio de autoridades en las municipalidades la socialización de la clasificación de la basura puede tardar más de lo previsto.
“Los alcaldes que fueron electos van a heredar un serio problema”, agrega el representante de la Gremial de Recolectores. “Se debe empezar una campaña de educación, tanto las autoridades como nosotros. La gente no lo va a hacer (separar la basura) hasta que no sepan que es obligatorio”, dice.
De esa cuenta, el MARN ha realizado varias giras de campo en los departamentos, como San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez y Quetzaltenango, con el fin de acercarse a los próximos jefes ediles y darles a conocer el papel que juegan dentro del plan de adaptación en los 16 meses que restan para llegar a febrero del 2025, cuando entre en vigencia la clasificación secundaria.
Mientras que la Asociación Nacional de Municipalidades de Guatemala (ANAM) indica que trabaja en coordinación con el ministerio para el levantamiento de información sobre el trabajo de las 340 municipalidades del país, para conocer los avances en los estudios de caracterización de desechos sólidos y la elaboración de los Planes municipales para la gestión integral de residuos y desechos sólidos (PIRDES), además da seguimiento al acuerdo gubernativo.
Modificaciones
Los cambios que se publicaron en el acuerdo gubernativo 184-2023 no solo alcanza a la clasificación primaria, también se modificó que los vehículos utilizados para la recolección y transporte de basura tengan protección a la corrosión, cuando antes exigía que estuvieran construidos con materiales sólidos, resistentes a la corrosión; y que fueran herméticos para evitar derrames de los líquidos contaminantes que genera la basura.
Además, se establece que estos deben estar debidamente identificados como vehículos para recolección de desechos y tener la capacidad necesaria para transportarlos los desechos.
Según Carrera, los vehículos que utilizan cumplen con lo que se pide en el reglamento.
Agrega que tienen en proceso un proyecto para apoyar en el tratamiento de los desechos, pues no hay espacios adecuados en dónde se lleve a cabo este proceso. Dicha solución, asegura, están por presentarla a las autoridades de gobierno entrantes.
