En el mismo período se registraron cuatro mil 79 denuncias por violencia sexual, de estas mil 346 fueron a niños y dos mil 733 a adolescentes; otras denuncias por delito cometidos contra menores de edad registradas fueron 99 por trata de personas, 42 por explotación sexual, 13 por explotación laboral y 12 a niñez migrante.
“El país es uno de los lugares en donde la niñez y la adolescencia sufre de constante violencia e impunidad para castigar a los responsables de cometer violencia sexual, explotación, maltrato y trata de personas”, refiere la Refugió de la Niñez.
Durante el año pasado el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) realizó 5 mil 469 exámenes forenses a niños y adolescentes relacionados con delitos sexuales, de los cuales las mujeres son quienes fueron quienes sufrieron más este tipo de vejámenes.
Además mil 194 menores de edad fueron lastimados físicamente, 66 fueron heridos con armas punto-cortantes y 180 heridos por armas de fuego, refirió el informe de Refugio de la niñez.
Agresiones por familiares
Abner Paredes, defensor de la juventud de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) lamentó que en esta situación que afecta a la niñez y adolescencia los delitos son cometidos principalmente por los familiares, y en especial madres y padres.
Resaltó que en parte esto se debe a que no existen suficientes programas o escuelas que orienten a padres, en especial para atender ciertos conflictos con adolescentes que es cuando se producen las agresiones a los menores.
El defensor refirió que en los últimos meses el Ministerio Público ha cambiado sus procesos para atender estas denuncias lo cual es positivo para efectuar una mejor investigación.
Agregó que es importante que se creen programas en torno a la familia para prevenir acciones violentas y que en el ministerio de Educación se capacite mejor a los maestros para que si observan casos los denuncien, ya que muchas veces no lo hacen por los trámites legales que implica.