Segundos después del ataque el vehículo impactó en la estación de los Bomberos Municipales de la zona 12. El automotor recibió más de 25 balazos, tres fueron suficientes para arrebatarle la vida a Cabral.
“Él quería irse en el bus del hotel -al aeropuerto -, pero Henry Fariñas se ofreció a llevarlo”, indicó el representante del cantante, David Llanos.
Según comentó ese día, dos vehículos salieron del hotel donde se hospedaba el artista rumbo a la terminal aérea, en la zona 13.
El primero era conducido por Fariñas, empresario nicaragüense que sobrevivió al ataque y coordinó en el país los conciertos de Cabral, fue ese el que el artista abordó.
“Nunca le gustó ir atrás, siempre quería ir de copiloto”, afirmó Llanos, quien precisó que los guardaespaldas seguían al primer automóvil, con él.
El ataque ocurrió en el bulevar Liberación y 14 calle, zona 12, individuos a bordo de tres automóviles se les pusieron a la par y los atacaron con fusiles.
Herido, el empresario chocó en la estación de los Bomberos Municipales ubicada a unos cien metros del lugar del ataque, pero ya no había nada que hacer en favor de Cabral, su muerte fue inmediata.
Los guardaespaldas intentaron alcanzar a los sicarios que huían en camionetas agrícolas hacia la ruta a El Salvador; pero, desistieron de la persecución al final de la 20 calle, zona 14.
Cabral murió de la misma forma que miles de guatemaltecos en los últimos años, las balas le arrebataron la existencia y como capricho del destino partió de este mundo mismo día que se conmemora el nacimiento de su compatriota y también cantautora Mercedes Sosa (1935-2009) y la Independencia de Argentina, su país natal.
Otro dato que destacaba era que el cantante argentino había anunciado que esta sería su última visita a Guatemala, pero nunca se imaginó que sería porque moriría aquí .El Gobierno decretó tres días de duelo nacional por su muerte.
Indignación
La noticia se esparció como pólvora no solo en el país sino a nivel internacional y provocó una ola de dolor e indignación por el fatal destino de quien se autodenominaba como “el ciudadano del mundo”.
Poco a poco personas llegaron al lugar donde murió Cabral minutos después del ataque, al principio unas decenas corearon las líneas de su canción más icónica “No soy de aquí, ni soy de allá”, pero terminaron cantando cientos.
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, también se presentó al lugar y entre sollozos dijo “Era mi amigo, mi hermano”.
Horas después convocatorias que se hicieron en redes sociales lograron que decenas de personas llegaran a la plaza de la constitución para repudiar el crimen en contra de Cabral. “Argentina, te pedimos perdón”, fue el principal grito que los manifestantes corearon.
Como dato adicional el país estaba inmerso en la campaña electoral del 2011 y los candidatos a la Presidencia no desaprovecharon la oportunidad para incluir en sus discursos la indignación por el asesinato de Cabral, criticar la inseguridad que vivía el país y prometer acabar con ella.
Condenados
El 7 de abril de 2016 el Tribunal de Mayor Riesgo A condenó a cinco personas de haber planificado y ejecutado el ataque en el que murió el cantautor Facundo Cabral el 9 de julio de 2011.
Alejandro Jiménez, alias el Palidejo, costarricense; Elgin Enrique Vargas, Wilfred Allan Stockes, Juan Hernández Sánchez y Audelino García, guatemaltecos fueron encontrados por el Tribunal de Mayor Riesgo A como culpables de la muerte de Cabral.
Las investigaciones indicaban que el atentado en el que murió Facundo Cabral iba dirigido contra Fariñas. Se supone que Alejandro Jiménez ordenó la muerte de Fariñas porque este coordinó el robo de un cargamento de droga que le pertenecía.
Jiménez presuntamente contrató a Elgin Enrique Vargas para que atentara contra Fariñas, y este contactó a los supuestos sicarios. Se presume que Fariñas y Jiménez eran socios en el tráfico de drogas por territorio centroamericano. El nicaragüense fue sentenciado en su país por narcotráfico.