Según contaron los maestros, el lunes pasado, una hora después del ingreso de 220 estudiantes del centro educativo las clases fueron suspendidas por el hurto que ocurrió en la escuela pública situada en la 6a. avenida y 3a. calle zona 10, de la capital guatemalteca.
Las maestras al verificar aulas encontraron ventanas rotas y desorden de escritorios. Asimismo, determinaron que ladrones que irrumpieron en las instalaciones se robaron sartenes, vasos, el cilindro de gas propano, una bomba de agua, sillas y mesas.
El robo causó que las docentes decidieran suspender las clases, pero este martes hubo un más hallazgos.
Al continuar la indagación se verificó que en una pared del área izquierda de la escuela había rastros y se sospechó que por ese lugar fue los ladrones extrajeron las cosas robadas.
Padres de familia que llegaron esta mañana del 21 de marzo a pedir información a la escuela se enteraron que en la propiedad contigua habían extraído las pertenencias y decidieron verificar.
El inmueble está deshabitado y al ingresar se sorprendieron al ver el mobiliario robado de la escuela alojado en el segundo piso.
Los padres de familia alertaron a la Policía Nacional Civil y se inspeccionó la propiedad, en el primer piso estaba un joven que relató estar en “situación de calle” y que pernoctaba usualmente en la propiedad deshabitada.
Los padres de familia recuperaron el cilindro de gas propano, la bomba de agua y sillas plásticas.
El joven fue consignado por la Policía.
No es el primer robo que ocurre en la escuela Concepción Saravia, según los padres de familia, pues desde que empezó la pandemia por covid-19 se quedaron sin guardián y desde entonces ladrones han robado en ocho ocasiones.