En la lista de fármacos que las unidades ejecutoras puedan adquirir según la normativa están tocilizumab, remdesivir, fentanilo citrato, propofol, midazolam, bemiparina concentración, clorhidrato de dexmedetomidina, enoxaparina, dexametasona de uso intravenoso, azitromicina, acetaminofén, ibuprofeno y paracetamol.
Al revisar en el portal Guatecompras, al pasado 28 de octubre, no se habían adquirido fármacos como dexametasona y la bemiparina concentración.
Los insumos más recurrentes son las pruebas para la detección de casos de covid-19, reactivos para laboratorio, equipo de protección personal, material médico quirúrgico, loratadina, zinc, acetaminofén, ibuprofeno, jeringas, entre otros.
De remdesivir, uno de los medicamentos más demandados para atender a pacientes graves y que se pueden ser adquiridos al amparo de esta ley, hay cuatro adjudicaciones realizadas por los hospitales de Nebaj, Quiché; Mazatenango, Suchitepéquez; San Vicente y el Temporal del Parque de la Industria, ambos en Guatemala.
Aunque la ley sí agiliza los procesos de compra para los hospitales, no garantiza que puedan adquirir todos los productos que solicitan, ya sea porque no hay proveedores o porque hay desabastecimiento de los mismos en el país.
Gerardo Hernández, director del Hospital General San Juan de Dios, indicó que han subido los eventos al portal Guatecompras, pero algunas empresas no cumplen con las especificaciones que solicitan.
“Si habláramos de la totalidad de los eventos que hemos abierto, a duras penas el 20 por ciento hemos podido adjudicar”, dijo dos días atrás.
El evento para adquirir remdesivir el hospital la abrirá hoy, y Hernández está seguro de que encontrará quién suministre el producto. Pero no es el caso del tocilizumab, medicamento cuya existencia ha estado a cero en muchos centros asistenciales y es necesario para el tratamiento de pacientes en estado delicado. El problema pasa porque hay escasez del producto a nivel nacional, y eso lleva a que los eventos no se adjudiquen.
“El (evento) de tocilizumab estamos seguros de que saldrá desierto, porque la empresa (proveedora) tienen más de tres meses de no entregarnos el medicamento, porque no tienen. Nos dijeron que, si tenemos suerte, tal vez para enero nos lo entreguen”, indicó Hernández.
En el caso de enoxaparina el evento salió desierto por falta de ofertas. “Nos toca volver a subirlo y ver si tenemos suerte, hay algunos (medicamentos) que se sabía que así sería la situación”, agregó.
A criterio de Marco Antonio Barrientos, director del Hospital Roosevelt, la ley de compras de emergencia está diseñada para subsanar la situación covid, y les ha permitido agilizar los tiempos para adquirir los insumos, aunque no todos los eventos que suben a Guatecompras han tenido ofertantes, lo que se veía venir, pues son más de 80 unidades ejecutoras de la red pública las que requieren los mismos insumos, además del Instituto Guatemalteco del Seguro Social.
La demanda de los insumos y de medicamentos es mundial, lo que afecta al país, pero el precio de estos también se elevó, y hay que considerarlo.
“Ya habíamos dicho que no se pensara que (la ley) iba a solventar al cien por ciento la situación, porque era lógico pensar que los proveedores no iban a tener en plaza todo lo necesario para abastecer las enormes cantidades que consume el mercado nacional”, agrega Barrientos.
Esa fue la razón de que al tener luz verde para comprar bajo el amparo de la ley las unidades ejecutoras se apresuraron a subir los eventos. Desde la semana pasada, el Hospital Roosevelt sube en promedio 10 eventos al día, y tratan de ser los primeros en solicitar los productos y no correr el riesgo de quedarse sin ofertas. Han priorizado la adquisición de insumos como guantes y reactivos de laboratorio, pues es de lo que más se carece. Han logrado comprar un 60% de lo que necesitan.
Se ha tenido inconvenientes para adquirir propofol, tociluzumab, fentalino, que, si bien se utilizan para tratar a pacientes graves con covid-19, también se consumen en el área de intensivo para tratar otros padecimientos, y en salas de operaciones, lo que eleva la demanda en hospitales como el Roosevelt, pues con la reapertura del país, las emergencias por accidentes de tránsito, los pacientes graves con enfermedades crónicas y otros padecimientos se han elevado.
Pero hay otros insumos y fármacos que también urge adquirir para sobrellevar el incremento de pacientes por la “nueva normalidad”, el inconveniente es que la ley de emergencia no lo permite, tiene candados para compras específicas relacionadas a la atención del coronavirus.
El Hospital Temporal del Parque de la Industria la situación es distinta. De acuerdo con Edna Marroquín, encargada de la unidad de Comunicación Social del centro hospitalario, han logrado adquirir los fármacos que necesitan. Están a la espera de que termine el proceso para que les despachen el remdesivir que compraron. En relación al tocilizumab, el hospital cuenta con ese medicamento y material médico quirúrgico.
Fernando Teyul, médico encargado de la unidad de gestión de calidad del hospital, asegura que están abastecidos en un 74%, que alcanza para atender a los pacientes que actualmente atienden.
El tiempo corre
Si bien la Ley de Emergencia Nacional para la Atención de la Pandemia Covid-19 otorgó al Ministerio de Salud una ampliación presupuestaria de Q1 mil 800 millones para poder abastecerse de los medicamentos, insumos y recurso humano para enfrentar la emergencia sanitaria, esta es de carácter temporal.
La normativa tiene tres meses de vida, los recursos deben ejecutarse a más tardar el 31 de diciembre, tiempo que se vence en dos meses.
“Por eso todo mundo está corriendo, abriendo eventos para ver qué logramos conseguir”, dice Barrientos, y que no pueden firmar un contrato de compra sin estar seguro de que tendrá el producto antes de finalizar el año.
De acuerdo con Irene Flores, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), los procesos de compra se siguen paralizando porque la ley no resuelve los problemas de fondo para adquirir medicamentos e insumos en el sector Salud.
Las instituciones, indica, tienen poca capacidad técnica para describir los productos que van a adquirir, hay deficiencias en la logística de los inventarios, pero hay un tercer tema, “el mercado de productos farmacéuticos y laboratorios en Guatemala responde a una dinámica centralizadora y de privilegios y eso ha hecho que sea un mercado altamente concentrado”, esto dificulta la oferta de productos.