La madre de la niña defiende al padrastro al decir que quien la violó fue el novio de Carmelinda, a quien no conoce ni sabe su nombre. Ese caso está en investigación, como muchos tantos.
Mirna Montenegro, directora del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar), explicó que se trata de una familia que vive en pobreza en una comunidad de Quiché, con cinco hijos, y dos no son del agresor. “En realidad, como la mayoría de casos de violencia sexual, la madre se entera de que la niña está embarazada cuando tiene 31 semanas de gestación”, aseveró.
Refirió que ese caso, como otros, no avanza en Quiché, a diferencia de otros departamentos, como Huehuetenango y Totonicapán.
Hasta ahora la menor sigue en su casa, sin que las entidades correspondientes le den seguimiento a su caso, como por ejemplo darle una beca para que siga sus estudios, ya que solo tiene cuarto primaria, o brindarle capacitación para que aprenda un oficio.
La historia de Carmelinda es una de las tantas que existen en el país de niñas a las que se les ha robado su derecho de disfrutar su infancia y se les ha obligado a enfrentar la vida con un niño en brazos, al que también se le condena a una vida precaria y con pocas oportunidades al ser hijo de una pequeña que no ha desarrollado su proyecto de vida.
De enero a julio del 2016, el Registro Nacional de las Personas (Renap) daba cuenta de mil 103 nacimientos de madres de 10 a 14 años. El año pasado fueron dos mil 786.
Los casos de niñas embarazadas a temprana edad producto de violación siguen en aumento. Según el Sistema de Información Gerencial de Salud del Ministerio de Salud, hasta el 19 de noviembre se reportan cuatro mil 662 casos, mientras que el 2015 fueron en total seis mil 523. En este año, que aún no termina, se superan los casos del 2015 en niñas embarazadas de 10 años ya que van 41, y 91 en menores de 11 años, en tanto el año pasado fueron 27 y 82, respectivamente.
Rubén Herrera, jefe de la Fiscalía de la Niñez y Adolescencia, refirió que según el Sistema Informático de Control de la Investigación del Ministerio Público (Sicomp), durante el 2015 se reportaron cuatro mil 927 denuncias por violación, violación agravada y violación por circunstancias especiales, mientras que en este año se reportan cuatro mil 377. Los departamentos con más casos son Guatemala, Alta Verapaz, Huehuetenango, Petén y Quetzaltenango. Respecto a detenciones, en el 2015 se reportaron 627 y en este año van 495, en tanto en condenas se han emitido 540 en el 2015 y este van 505.
Al gestionar información específica sobre menores de 13 a 17 años embarazadas por violación, el MP reporta cinco denuncias del 2015 y 238 hasta el 11 de noviembre, así como siete detenciones y una sentencia.
Herrera refirió que la mayoría de casos se clasifica por violación en sus diferentes modalidades, pero si las menores están embarazadas se incluye después en el expediente.
En la Fiscalía de la Mujer indicaron que cuando los agresores de las niñas son familiares, en ocasiones las madres esconden a las menores o se retractan por temor a quedarse sin el proveedor del hogar o por el miedo al qué dirán, lo cual incluso dificulta las capturas.
Herrera refirió que en esos casos, aunque las familias se retracten, si son menores de 14 años la investigación continúa. En los expedientes de las mayores de 14 es difícil, porque si ellas dicen que el embarazo se dio con su consentimiento, no puede perseguirse. Agregó que tienen muchos casos en los que el padre o un conocido ha violentado a varias niñas, pero no lo denunciaron, y cuando hay alguna que se atreve acuden las otras a la Fiscalía, incluso ya con más de 20 años de edad.
Delitos cometidos
Gloria Castro, defensora de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos, refirió que según un informe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, el 88 por ciento de los delitos denunciados contra personas menores de edad durante el 2009 ha quedado en la impunidad, y en el 2010 la Unicef indicaba que el 98 por ciento de delitos contra niños y adolescentes queda de manera similar. Señaló que se debe erradicar la creencia que tienen algunos padres de que porque son sus hijas él debe ser la persona con quien tengan relaciones sexuales por primera vez. No se puede hacer solo con la ley, son necesarias campañas educativas, dijo.